La vida familiar en el San Juan de la colonia tenía
costumbres muy arraigadas. Sólo los hijos varones
podían estudiar y ayudar a sus padres en los nego-
cios o la política. Las mujeres se casaban muy jóve-
nes y estaban dedicadas al hogar.
Luego de un día de actividad y una larga siesta, al atar-
decer las campanas de las iglesias llamaban a la ora-
ción. En ese momento la familia se reunía con sus
criados y el padre o la madre guiaban el rezo del rosario.
Más tarde, a la luz de las velas, se tomaba mate y una
comida sobria. Después, en algunas casas se jugaba a
las cartas o se leía en voz alta.
Los sábados los amigos de la familia se reunían en ter-
tulias a conversar y escuchar algún instrumento musical.
Las fiestas
religiosas
La vida social durante la época de la co-
lonia estuvo en San Juan estrecha-
mente vinculada a actividades y fiestas
religiosas. Semana Santa, Corpus
Christi y los días de los patronos San
Juan y San Pedro eran las festividades
más importantes. Los miembros del ca-
bildo, el clero, las órdenes religiosas y la
población en general recorrían en pro-
cesión las cuatro cuadras de la plaza.
Vestimenta
La moda en la colonia variaba según el grupo
social. Los más pudientes traían telas y acce-
sorios de Europa. Las damas de alta sociedad
vestían al estilo español, con faldas anchas y
largas y enaguas bordadas y con puntillas y
blusas de encaje o lino. Era habitual el uso de
mantillas y peinetones.
Los hombres de las clases altas vestían capas
de paño, pantalones ajustados y calzones de
lienzo, camisas de seda y corbatas con flecos.
Calzaban botas con incrustaciones de plata.
Las personas de menos recursos cosían su
ropa con telas de algodón y lanas de guanaco
o vicuña. Usaban poncho.
Viernes 6 de junio de 2014
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Costumbres familiares