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Alejandra Araya
miento de su mejor amiga Sultana. Además del testimonio aportan a la
causa una bolsa de arroz que perteneció al casamiento. Se adjunta acta
de escribano que da fe que cada grano pertenece al momento en que
Sultana y Mengano contrajeron legítimo matrimonio.
Y Considerando que los actores Mengano y Sultana se encuentran
separados de hecho desde hace tres años y separados del alma hace
quince. Porque así como ningún ser se une a otro de un día para otro,
tampoco se separa de ese otro en el mismo tiempo, y que tanto para
construir un gran amor se necesita voluntad, la misma que se puso para
destruirlo. Conforme a lo expuesto se evidencia que se encuentran cum-
plidos los recaudos legales exigidos.
Que los presentantes han acordado después de una serie de iniqui-
dades y presiones mutuas los temas atinentes a Tenencia, Régimen de
Visitas, Alimentos y Liquidación de la Sociedad Conyugal de la si-
guiente manera:
Tenencia: se resume la frase que los hijos expresaron a la hora de ser
consultados sobre el tema:
-Arréglenselas ustedes, a nosotros no nos metan en sus problemas,
ya somos grandes y queremos vivir en paz. Además, aunque se divor-
cien, seguirán siendo nuestros padres para siempre.
De lo anteriormente expuesto se desprende claramente que el régi-
men de visitas será amplio, pernoctarán con el Sr. Mengano o la Sra.
Sultana siempre de común acuerdo entre las partes. Que la abuela dijo
menos mal que ya son chicos grandes, chiquitos sufren más, como si el
sufrimiento fuera indirectamente proporcional a la edad.
Alimentos: se conviene que Mengano aportará un 40% de sus ingre-
sos o más, con tal de que Sultana no lo siga castigando por haber en-
contrado la felicidad que tanto buscaba y que hacía rato había perdido
con ella aunque ella se hiciera la distraída. En razón de ello, Sra. Sultana
afirma que aunque extrañará los asados de los domingos, la verdad es
que no quiere competir más con su suegra a ver a quién le sale más rica
la salsa. Que al principio no tenía importancia que Mengano dijera que
los mejores ravioles los amasa su madre pero que luego se volvió inso-
portable (los ravioles, él y su madre) y llegó a aborrecer las maicenitas
que ella le mandaba para que las probara.