106
E
ra una alcahueta. Le andaba diciendo a todo el mundo lo que él
había intentado ocultar durante años. Una chismosa que se bur-
laba de él. Se la encontraba en todos lados: en el baño de su casa,
en la farmacia, en los consultorios.
El problema comenzó cuando ese domingo fue a orinar al baño y no
se la vio. Ahí recordó el comentario de su nieto:
-La panza del abuelo se parece a las mujeres que van a tener un bebé.
Le decían que estaba muy gordo y él lo tomaba en broma. Hasta que
ese día ocurrió lo del baño.
-¿Te sentís bien? Le preguntó su mujer.
-Me parece que los tacos que comimos anoche tenían mucho picante.
XXXL