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Miradas
Por eso estaba solo. “Más vale solo que mal acompañado”, sabía
decir. Quedó medio traumado después de que invitó a una mujer a
cenar y al final de la velada le pidió que pagaran a medias. Ella se sintió
ofendida. ¿Si él la había pasado a buscar en su auto? ¿Qué, el combus-
tible no contaba?
Su plan había dado resultado con su finada esposa quien se cansó
de pedirle el divorcio. Él no se lo dio esperando el desenlace fatal que
lo hacía dueño de una fortuna considerable. Ahora todos los bienes le
pertenecían y debía cuidarlos. La vida tiene muchas vueltas. Hay que
prever eventualidades, ahorrar para los tiempos difíciles y asegurar la
vejez con un sólido respaldo económico.
Cuando iba a ver a los familiares que vivían a mil y pico de kilóme-
tros, prefería el colectivo. Podía pagar el avión, pero es más caro. Tam-
poco gastaba en hoteles. Algún pariente bien intencionado le hacía un
lugarcito. Aunque eso significara tirar un colchón en el piso para acos-
tarse.
Si era temporada de sandías y melones, no comía otra clase de fru-
tas. Estaba atento a los descuentos. Era un experto en aprovechar ofertas
por cierre definitivo. Una vez compró tantos guantes de lana en una li-
quidación que tuvo regalos por un año.
Julio protegía su dinero por si alguna vez le pasaba algo: una enfer-
medad, un accidente, algún robo. “Las desgracias vienen solas”, comen-
taba. Cuando no podía zafar de las presiones y no le quedaba otra que
invitar a sus amigos a su casa aclaraba:
-A la canasta, muchachos.
No tomaba mate, el paquete de yerba le duraba meses. Una vez llegó
un amigo a visitarlo y se quedó varios días. Julio le pidió amablemente
que no tirara la yerba en el tacho de los residuos sino en un recipiente
que él dejaba en la alacena. Cuando su amigo se fue, puso la yerba al
sol para que se secara.
Luego de veintiocho años de tener un socio, enfrentaba la disolución
de esa sociedad. Había contratado a unos abogados que le harían todo
el trámite. Sin embargo decidió hacer él mismo el avalúo de los bienes
y obviar así los devaneos del equipo técnico.
Se venía su cumpleaños y eso le causaba cierto malestar. No le gus-
taba recibir visitas.
-Mi casa es chica, modesta y no cuento con muchas comodidades.