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par a los otros de nuestros errores.
– El hombre será más o menos religioso?
—Las religiones se debaten en dos alternativas muy fuertes. Una de ellas
es lo que afirmaban Lucrecio o Epicuro, la idea de la superación de las
religiones a través de la construcción de una nueva ética donde el ser
humano en el artífice de su propio destino. La otra mirada es la cons-
trucción de una religión que nos ayude a la supervivencia, la libertad y
la felicidad de nuestra especie.
Si el futuro involucra autodecisión, ejercicio pleno de nuestros derechos,
un hombre nuevo, fuertemente responsable de sus actos, es posible pro-
nosticar que las sociedades del futuro sean menos religiosas que hoy, o
siglos atrás.
No obstante, sea cual fuere la intensidad de nuestra religiosidad en el
2035, es inevitable que deberá existir un profundo dialogo entre religión
y ciencia.
Estoy convencido que si las religiones no son capaces de armonizar e
iniciar un diálogo constructivo con la ciencia no tendrán futuro.
Estoy convencido que si las religiones no permiten integrar formas de
vida y códigos de moralidad íntima, abiertos y plurales no tendrán fu-
turo.
Estoy convencido que las religiones del futuro próximo deberán ser de-
mocráticas, deberán definitivamente luchar contra cualquier forma de
desigualdad y dominación, deberán renunciar a la política y a la pre-
tensión de organizar la vida pública, deberán suprimir el dualismo es-
píritu / materia.
San Juan
2035