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“Quiero que declare en
comisión al Poder Judicial...”
JONES
—¿No le dije que iba a ser gobernador?
Era raro que don Hipólito esbozara aunque
más no fuera una media sonrisa. Pero aquella
tarde, en la Casa de Gobierno, estaba conten-
to de recibir al gobernador electo.
—Voy a necesitar mucho de usted, señor
presidente. San Juan no es una provincia
fácil...
—Lo importante mi amigo es desmontar la
maquinaria de poder que a lo largo de
décadas ha montado el régimen. Pero debe
usted estar muy alerta porque el enemigo no
siempre lo va a encontrar en la vereda de
enfrente. Ya comienzan a aparecer dirigentes
en las provincias que intentan enfrentarnos.
Hablan de que soy demasiado personal en
mis decisiones, que busco una hegemonía
que aplaste todo lo que se oponga.
¿Qué pretenden? ¿Es mi persona el problema
o nuestras ideas? En esencia, doctor Jones,
son conservadores disfrazados de radicales...
Y están en todas partes.
—Señor presidente, a propósito de lo que
usted señala, hay un tema que me
preocupa mucho: no se puede gobernar
con una justicia en manos de la oposición.
—Tiene toda la razón.
—Si no actuamos rápido los jueces me
van a hacer imposible la gestión. Es
imprescindible declarar en comisión a
todo el Poder Judicial.
—Hágalo. No tenga reparos en hacerlo.
—Creo que sería un desgaste innecesario
por lo prematuro que yo iniciara mi
gestión con una medida que afectará
intereses tan poderosos...
—
¿Qué sugiere?
—Que usted le pida al interventor
Escobar que dé ese paso ahora,
antes que yo asuma.
—No hay problemas. Cuente con ello.
Amable Jones se retiró satisfecho de la Casa
de Gobierno. Ni siquiera sospechaba que aca-
baba de ponerse en marcha una medida que
sería revulsiva para la vida provinciana...