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Vuelta a San Juan
y bautismo de fuego
Volvió a San Juan en 1827. Comenzó a administrar la
tienda de campo de su tía, Angela Salcedo, mientras
leía las obras de grandes pensadores como Juan Ja-
cobo Rousseau, Fray Benito Feijóo, Benjamín Franklin
y Thomas Paine (inglés americanizado). En esos días,
precisamente, presenció la entrada del caudillo riojano
Juan Facundo Quiroga con su montonera. Durante la
Guerra Civil entre las fuerzas federales del general
Quiroga y el Supremo Poder Militar dirigido desde Cór-
doba, Sarmiento se incorporó a las fuerzas de Paz
como teniente. Recibió su bautismo de fuego en Niqui-
vil. Cuando Quiroga se impuso en Cuyo, Sarmiento se
exilió en Chile en 1831.
Nace su
hija Faustina
En Pocuro (Chile) se unió a
María
del Jesús Canto
y el 18 de julio de
1832 nació su hija Ana Faustina Sar-
miento. Fue minero en Copiapó. Por
entonces tomó contacto con el movi-
miento romántico europeo.
En 1835 se enfermó de fiebre tifoi-
dea. Volvió a San Juan en 1836 en
delicado estado de salud, con autori-
zación -gestionada por influyentes
parientes suyos-, del gobernador Na-
zario Benavides (federal).
La creación de El Zonda
En San Juan, entre 1835 y 1840, Sar-
miento creó una sociedad literaria, filial
de la Asociación de Mayo fundada por
Esteban Echeverría en Buenos Aires.
Y, en 1839, junto con el llamado
Grupo de los Cinco -Manuel Quiroga
Rosas, Antonino Aberastain, Indale-
cio Cortínez, Guillermo Rawson y
Dionisio Rodríguez- fundó el perió-
dico “El Zonda”. Se editaron seis
números en poco más de un mes,
dirigidos a no más de cincuenta
lectores porque sólo tenían 39
suscriptores.
Ese mismo año fundó el “Co-
legio de Señoritas Santa
Rosa de América” (o Santa Rosa de
Lima) con el apoyo de su tío, José de Oro
Nuevo exilio
en Chile
En 1840 se exilió nue-
vamente en Chile por
participar en una fra-
casada conspiración
unitaria contra el go-
bernador Nazario Be-
navídes. Allí,
gobernaban los pelu-
cones (conservado-
res) desde hacía diez
años en un régimen
político republicano,
cuya ley fundamental
era la Constitución de
1833. Sarmiento cola-
boró -durante el go-
bierno de Bulnes-,
con su amigo y futuro
presidente de Chile, el
ministro de Instruc-
ción Pública, Manuel
Montt.
Una activa vida en Chile
Desde 1841, Sarmiento participó públicamente a través
de artículos periodísticos en “El Mercurio” de Valpa-
raíso; desde la dirección de “El Nacional”, o como re-
dactor del “El Progreso”, que fundó en 1842. Ese año
organizó y asumió como primer director de la Escuela
Normal para maestros de Chile. En 1843 fue miembro
fundador de la facultad de Filosofía y Humanidades de
la Universidad de Chile. Ese mismo año publicó “Mi de-
fensa” y abrió una escuela privada para los hijos de la
aristocracia de Santiago.
Edita el Facundo y viaja
En 1845, cuando Sarmiento tenía 34 años, algunos
acontecimientos influyeron de manera decisiva en su
actuación pública. Ese año pu-
blicó en “El Progreso” -en forma
de folletín-,
“Civilización y Barba-
rie. Vida de Juan Facundo Quiroga
y aspecto físico, costumbres y hábitos
de la República Argentina”
. Con el
tiempo, se convirtió en su obra más cono-
cida. También editó su “Método gradual de
enseñar a leer el castellano” y “General
Fray Félix Aldao, gobernador de Men-
doza”.
Ese mismo año, Manuel Montt, mi-
nistro de Instrucción Pública de
Chile -bajo la presidencia de
Manuel Bulnes-, le encargó el
estudio de los sistemas educa-
tivos y las políticas migratorias
de EE.UU y Europa. Sarmiento
volcó sus impresiones en “Via-
jes por Europa, Africa y América,
1845-1847”, cartas editadas en
dos volúmenes entre 1849 y
1851. Recorrió el mundo en
dos años: visitó Uruguay, Bra-
sil, Francia, España, Argel, Ita-
lia, Alemania, Suiza, Inglaterra,
EE.UU, Canadá y Cuba.
Ana Faustina Sarmiento