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          Aun niño llamado Faustino Valentín
        
        
          En una casa ubicada en el antiguo barrio del Carrascal co-
        
        
          menzó esta historia. Allí nació Faustino Valentín Sarmiento -
        
        
          luego le antepusieron “Domingo” en honor del Santo protector
        
        
          de su familia-,
        
        
          
            el 15 de febrero de 1811.
          
        
        
          Era hijo de José Cle-
        
        
          mente Sarmiento y Paula Albarracín, quienes tuvieron varios
        
        
          hijos de los cuales sólo vivieron 5.
        
        
          Un padre
        
        
          arriero y soldado
        
        
          Su padre, José Clemente Sar-
        
        
          miento, sin oficio ni profesión,
        
        
          fue peón, arriero y soldado en
        
        
          las guerras por la Independen-
        
        
          cia. En 1812, cuando Sar-
        
        
          miento cumplió un año, su
        
        
          padre organizó una colecta en
        
        
          San Juan. Quería auxiliar al
        
        
          Ejército del Norte que, en su
        
        
          segunda expedición al Alto
        
        
          Perú (actual Bolivia), coman-
        
        
          dado por Manuel Belgrano, es-
        
        
          taba en Tucumán. Cinco años
        
        
          después, acompañó a San
        
        
          Martín a Chile como oficial de
        
        
          milicias.
        
        
          La madre,
        
        
          sostén de hogar
        
        
          El sostenimiento económico de
        
        
          la familia recayó principalmente
        
        
          en su madre. Sarmiento recono-
        
        
          ció haberse criado casi en la indi-
        
        
          gencia, a pesar de que los
        
        
          hermanos párrocos de su madre
        
        
          eran gente pudiente. Ella les
        
        
          ocultaba la situación. No quería
        
        
          depender de ellos ni de otros pa-
        
        
          rientes.
        
        
          En su casa había una higuera.
        
        
          Junto a ella instaló el telar con el
        
        
          que mantenía a sus hijos. Sar-
        
        
          miento, describe esa casa,
        
        
          donde vivió, en “Recuerdos de
        
        
          Provincia”, obra que publicó en
        
        
          1850, a los 39 años
        
        
          Su educación
        
        
          Fueron su tío, José Eufrasio Sarmiento, junto a su padre, quienes le enseña-
        
        
          ron a leer. También influyeron en su formación sus otros tíos Domingo y José
        
        
          de Oro. En 1816, Sarmiento asistió a la “Escuela de la Patria” instalada en San
        
        
          Juan por dos maestros porteños: Ignacio y José Rodríguez; pero en realidad
        
        
          fue un autodidacta. Se negó a iniciar -contra la voluntad de su madre-, una ca-
        
        
          rrera religiosa. Y no obtuvo una beca para estudiar en el Colegio de Ciencias
        
        
          Morales, antiguo Real Colegio de San Carlos, actual Colegio Nacional de Bue-
        
        
          nos Aires. Vivió tiempos convulsionados en su provincia, y acompañó al exilio
        
        
          a su tío José de Oro,
        
        
          
            con quien en 1826 fundó una escuela en San Fran-
          
        
        
          
            cisco del Monte, San Luis.
          
        
        
          DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO
        
        
          Su vida