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Alejandra Araya
-Vos acordarte nomás, mirá que para el 2015 no falta casi nada y yo
quiero ser concejal, enganchar alguna Dirección en el Municipio o en
un Ministerio.
-Epa, no peche, todos queremos. Yo le insisto a mi gente que no hay
inflación. Contestó Daniel.
-A mí, en cambio, me está dando trabajo convencer que el tema de
los dólares es por un tiempo. Hay amigos que quieren viajar al exterior
y putean en cinco idiomas. Cerró Juan.
La charla se había dado entre Juan y Daniel al término de la entrega
de las máquinas en el Taller Comunitario. Juan había tenido un paso
fugaz por la secundaria y un tachangou en la Facultad. Militando en el
Centro de Estudiantes se había codeado con algunos dirigentes provin-
ciales y nacionales. Daniel, en cambio, tenía otro perfil: había acarreado
gente a los actos políticos, repartido votos, pegado afiches. Su madre,
puntera política conocida, había enfermado y estaba retirándose de la
arenga partidaria.
-Acuérdese de lo que le digo, m´hijo. A mí me lo enseñó un viejo po-
lítico: No importan los medios, sino los fines. Usté tiene que llegar lejos,
adónde yo no pude.
En política, la sensatez consiste en no responder preguntas y tener
habilidad para no dejar que las hagan. Juan había logrado un convenio
entre la Unión Vecinal y una empresa constructora para la obra de clo-
acas que tenía ciertas sombras. Antes que el periodista lo cuestionara,
él le dijo:
-Te ofrezco una pauta publicitaria para tu programa.
La maratón política 2015 está planteada en los Juegos Olímpicos del
Poder. Para los deporlíticos lo importante no es participar, sino ganar.
(Y para ganar, te tienen que votar).
Juan tenía una hija de 4 años con su novia eterna. Hacía varios meses
no las veía. Como el asesor de imagen le había dicho:
-Mostrate en familia, eso genera confianza en San Juan.
Las llevó al gran chocolate que organizaba en su zona, con juegos y
sorteo de premios.
Quien había empezado a tomar protagonismo era Daniel. Organi-
zando Talleres Comunitarios, desarrollando microemprendimientos, ca-
pacitando a los jefes de familia para gerenciar sus proyectos había