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JONES
¡Por fín!
Seis meses después de haberse sancionado la
ley de intervención y a tres meses de su llegada
a la provincia. Julio Bello asumió el gobierno el
1 de marzo, por orden del presidente de la
República,
¿A qué se debió este cambio de posición de
Yrigoyen?
Se venían las elecciones nacionales.
En abril se iba a votar en San Juan.
Y el objetivo era controlar esas elecciones en
las que se eligirían legisladores nacionales pero
también -y eso era lo que más importaba-, elec-
tores a presidente.
Y
rigoyen quería contar con un congreso
adicto a su causa. Los problemas polí-
ticos internos de la provincia de San
Juan, eran secundarios..
Yrigoyen dejó librada a su suerte a la provincia
tanto en el gobierno de Jones como después de
su muerte. Si prefirió nombrar un comisionado
federal, fue porque no confiaba demasiado en
Castro ni en el grupo de principistas que lo
seguían.
La misión de Bello, por lo tanto era organizar el
partido adicto al presidente.
Pero... ¿con quién?
El jonismo era un conglomerado heterogéneo
cuyos dirigentes se habían arrimado por las más
diversas causas.
Esto pronto quedó demostrado, cuando pronto
comenzaron las desavenencias.
El presidente del comité provincial, Florencio
Alvarez salió a la palestra y dijo:
-Yo no tengo ninguna aspiración política,
como lo he demostrado al declinar reciente-
mente mi candidatura a diputado nacional y
no permitir que se haga el menor trabajo
para mi candidatura a gobernador.
Pero en los café los comentarios decían otra
cosa.
Alvarez se había visto obligado a renunciar pre-
sionado por el peso político de Ventura
Lloveras y Justo P. Zavalla, dentro de la agrupa-
ción, los que finalmente resultaron electos.
Los jonistas estaban seguros de su triunfo, con-
vencidos de que el electorado repudiaría el crí-
men de La Rinconada.
No tenían que pensarlo mucho.
El asesinato de Jones ocuparía el centro de la
campaña electoral.
Toda la prédica política versó sobre este tema:
la condena de los autores y de los que ellos
consideran instigadores del crímen.
P
ero había una nueva fuerza en escena:
los bloquistas.
Para ellos -se pensaba- el asesinato de
Jones era un baldón imposible de borrar.
Con Federico en la cárcel y el movimiento con-
ducido por Aldo Cantoni, hicieron su propagan-
da política en base a las acusaciones de fraude
contra el Interventor.
Se quejaron de ser víctimas de detenciones y
allanamientos de sus casas sin causas valederas;
de la presión ejercida por la policía del
Interventor hacia el electorado, al amenazarlos
o comprar sus votos.
L
as opciones estaban claras.
Y no dejaban lugar a la tercera fuerza,
la conservadora.
Había que optar por la causa o por el terror,
según los radicales.
Por la pérdida de autonomía o la defensa del
federalismo, según los bloquistas.
¿Qué pasó?
Ganó el bloquismo.
Y fue un bofetón muy duro para el presidente
Yrigoyen.
Había nacido definitivamente un lider popular:
Cantoni.
Asume Bello y
triunfa el bloquismo
Unión Cívica Radical Bloquista
Marcial V. Quiroga
7.240 votos
José A. Correa
7.006 votos
Unión Cívica Radical
Ventura Lloveras
5.634 votos
Justo P. Zavalla
5.585 votos
Concentración Cívica
Horacio Videla
5.341 votos
Vicente Mallea Gil
5.464 votos
Partido Socialista
Arturo Storni
421 votos
Arturo Bottino
413 votos
El bloquismo obtuvo
siete electores de presidente
que le correspondía votar a la provincia
de San Juan, esta cifra representaba el 38,5% del total de votos emitidos.
Los resultados electorales
Arturo Storni, candidato
del Partido Socialista.
Horacio C. Videla, candidato
de Concentración Cívica.