Elecciones con sorpresa
en una provincia dividida
Suplementos coleccionables
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Juan Carlos Bataller
JONES
Ilustración: Miguel Camporro
S
an Juan estaba dividido.
Por un lado una parte de la pobla-
ción conmovida por el asesinato del
gobernador Amable Jones, que pedía un
enérgico castigo a los autores .
Por el otro, la gente que se sentía represen-
tada por los dirigentes detenidos a los que
consideraba libertadores del yugo del
gobierno nacional.
E
n este clima, al que nadie resultaba
indiferente, la situación institucio-
nal era caótica.
San Juan daba la apariencia de ser una ciu-
dad ocupada en la que el poder se sostenía
en la fuerzas de seguridad.
Al frente de la provincia, estaba el presiden-
te de la Corte de Justicia, considerado por
muchos un usurpador. En estas condiciones
asumió transitoriamente el vicegobernador
“autoexiliado” Aquiles Castro y luego el
interventor designado, Julio Bello.
Y
es en ese marco donde se realizan
las elecciones para diputados
nacionales y electores de presiden-
te, las que depararían una gran sorpresa.
El gran debate que protagonizarían en el
Congreso los diputados electos, constituiría
una demostración cabal de las aristas que
rodeaban el tema.
