Viernes 10 de junio de 2011
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Huarpes,
los últimos
Hacia el año 1490 el imperio incaico
invadió los valles centrales de San
Juan y Mendoza y dominó a los pue-
blos huarpes que allí habitaban.
En territorio sanjuanino hay en la ac-
tualidad gran cantidad de evidencias
de esta dominación. Los huarpes
adoptaron algunos rasgos culturales
incaicos como el idioma quechua y el
uso de la llamada “camiseta andina”
como parte de la vestimenta.
El dominio incaico finalizó poco
tiempo antes de la llegada de los es-
pañoles.
La primera
dominación
Conquista y desaparición
La desaparición de los pueblos huarpes está di-
rectamente ligada a la llegada de los españoles a
la región de Cuyo a mediados del siglo XVI.
En 1551 Francisco de Villagra tomó contacto
con los huarpes, que mostraron docilidad.
Cuando llegaron más expediciones, entre ellas
la de Juan Jufré, los huarpes aceptaron de buen
grado la instalación de ciudades sobre sus mis-
mos asentamientos. Cedieron tierras y se deja-
ron repartir entre los españoles, que llevaron
una gran cantidad de indios de todas las edades
y ambos sexos a trabajar sus tierras de Chile.
Así disminuyó notablemente la población abo-
rigen en los principales valles de San Juan y
Mendoza.
Muchos morían al ser desnaturalizados o al tra-
tar de escapar. Los que lograban huir se refugia-
ban en montes, zonas desérticas o en las
lagunas de Guanacache. Este era el lugar más
usual como refugio, por la facilidad de subsis-
tencia que ofrecía.
El poblamiento huarpe de las lagunas mantuvo
la lengua y ciertas costumbres, aunque modi-
ficó su vivienda y economía, ahora basada en la
pesca y los recursos de las lagunas.
13 de junio
449 años
DE SAN JUAN
Los caseríos
huarpes
Dentro de cada territorio los
huarpes se agrupaban en pe-
queños caseríos de unas
cinco o siete viviendas. Los
caseríos, en los que vivían
hasta 30 personas, estaban
separados unos de otros por
más de 20 kilómetros.
Las viviendas
Las viviendas consistían en habi-
taciones construidas con ramas,
cañas de carrizo y paja, posible-
mente atados en haces for-
mando esteras. Quizás
estuvieran cubiertas de barro
para impermeabilizarlas. Cada
vivienda albergaba a una familia,
de entre cuatro y seis miembros.
Utensilios
Los enseres domésticos de
uso cotidiano eran recipientes
de mate y de cestería, mantos
de piel de animal, adornos de
plumas, punzones y algún tipo
de pincel. No hay referencia a
fabricación de cerámica, pero
es muy posible que la tuvieran.