Juan Carlos Bataller
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dad de Mendoza, con 8 meses de licencia, para traer el resto de su fa-
milia a Buenos Aires, lo que se le concedió el día 25.
Después de largas gestiones, al fin consiguió entrar al Cuerpo de Invá-
lidos el 1º de agosto de 1824, en calidad de teniente coronel con la pen-
sión de 40 reales. Vivió pobre y olvidado en su retiro hasta su
fallecimiento ocurrido en Buenos Aires, el 26 de setiembre de 1835,
siendo enterrado en la Recoleta.
Laprida, por su parte, siguió con su ascendente carrera política.
Por su parte,
marranos y beatos, continuaron gastando energía en
conspiraciones, derrocamientos, y estupideces.
Pero por encima de las anécdotas, había quedado expuesta en forma
por demás contundente una de las características del sanjuanino:
al
poder no se lo combate detrás de una idea, por más patriótica que ésta
sea. Se lo palmea mientras se lo va condicionando, hasta que se cocina
en su propia salsa.
Fuentes:
Arias, Héctor Domingo y Peñaloza:
Historia de San Juan
Bataller, Juan Carlos –
Revoluciones y crímenes políticos en San Juan
Videla Horacio:
Historia de San Juan
Juan Pablo Echagüe:
Paisajes y figuras de San Juan, Buenos Aires: Tor, 1933.
José María Rosa:
Historia argentina
Efemérides –
Patricios de Vuelta de Obligado:
Yaben, Jacinto R. –
Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1939).