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EL SIGLO XX EN SAN JUAN
LOS AÑOS 60
OTRAS OBRAS
También en las calles eran muy populares las
carreras de Ford T y sobre patines, en distintos
circuitos. Y el ciclismo vivía su época de oro al
influjo de nombres como los de Vicente Chancay
y Antonio Matesevach. En 1967, precisamente, el
“Payo” sufrió un gravísimo accidente en
Winnipeg, Canadá, cuando representaba a la
Argentina en los Juegos Panamericanos.
El auditorio
Durante el gobierno de Arturo Frondizi
en la Nación y Américo García en San
Juan, el ingeniero Juan Victoria, presiden-
te del Consejo de Reconstrucción conci-
bió la idea de construir un gran complejo
cultural cuyo edificio central fuera el salón
auditorio, pero que además contaría con
una escuela de música y otros espacios
destinados a teatro de verano, salón de
Bellas Artes y biblioteca provincial.
Sólo pudo concretarse el auditorio,
construido entre 1958 y 1972 y terminado
en sus detalles en 1970, por el mismo
Victoria, siendo entonces ministro de
Economía de José Augusto López.
Los arquitectos Federico Malvárez,
Carmen Renard y Mario Pra Baldi fueron
autores del proyecto que contempla una
sala única en su género en el país, con
capacidad para mil personas, que alberga
un órgano sinfónico.
Lamentablemente, no sólo no se cons-
truyeron las obras complementarias sino
que los terrenos adyacentes, que tienen
una superficie de poco más de dos hectá-
reas, expropiados con fines específicos,
han debido ser permanentemente salva-
dos por la sociedad ante la embestida de
entidades que pretendieron construir allí
barrios, canchas deportivas o iglesias, con
lo que renunciaríamos definitivamente al
gran sueño de ser una provincia señera en
lo cultural.
El autódromo
En la quebrada de Zonda y
en medio de un paisaje de belleza sin igual, fue
construido durante la gobernación del doctor Leopoldo
Bravo el autódromo de Zonda que permite en
sus caminos internos el estacionamiento de 3 mil
vehículos y que ha sido durante estas décadas
escenario de importantes competencias
automovilísticas.
El estadio cubierto
También durante la gobernación de Bravo y en terrenos aledaños al estadio abierto que construyera
Aldo Cantoni, se levantó en la década del ’60 el estadio cubierto del Parque de Mayo, uno de los de
mayor capacidad del país –entran 8 mil personas sentadas- y escenarios de tres campeonatos
mundiales de hockey sobre patines y de importantes torneos de vóley, básquet y boxeo. La obra ha
cubierto con creces las necesidades de los sanjuaninos en estos años aunque es de lamentar la
pobreza del proyecto arquitectónico que concibió un estadio sin estacionamiento y con paredes
ciegas en una provincia sísmica.