AQUELLAS FIESTAS SANJUANINAS
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JUAN CARLOS BATALLER - EDGARDO MENDOZA
LOS AÑOS 70
U
na de posibilidades ciertas de diversi-
ficación que tiene San Juan es el turis-
mo. La existencia en la provincia de
un lugar único en el mundo, como es
el Valle de la Luna, el atractivo que
despierta en sus seguidores el santuario de la
Difunta Correa, los diques con sus espejos de
agua, la aridez de sus coloridas montañas, los
valles cordilleranos y la industria del vino con
miles de hectáreas de viñedos que conforman un
paño verde en medio del desierto, avalan esa
expectativa.
No obstante, hasta ahora no ha existido una
política clara en ese sentido.
En los años 70, sin embargo, San Juan vivió
una experiencia muy positiva que, de haberse
continuado, podría haber sentado las bases para
el anhelado despegue turístico. Bajo la conduc-
ción de Guillermo Barrena Guzmán, la entonces
Dirección de Turismo intentó rescatar las fiestas
populares sanjuaninas, alcanzándose una alta
participación del pueblo en diferentes manifesta-
ciones culturales.
La Fiesta del Sol, que vino a suceder a los ali-
caídos corsos de carnaval, fue el punto más
saliente de su gestión. Fueron fiestas en la que la
participación popular no se reducía a la simple
asistencia a un espectáculo centrado en el atrac-
tivo de artistas foráneos, como ha ocurrido en los
últimos años sino que las municipalidades, unio-
nes vecinales, clubes y centros comunitarios par-
ticipaban con murgas, comparsas, carruajes y rei-
nas en un derroche de música, luz y colorido.
Barrena era un capitán del Ejército que pasó a
retiro en 1955 por apoyar a Perón, de quien fue
correo en vísperas de las elecciones de 1958,
cuando el líder peronista se encontraba en el exi-
lio. Periodista, empresario minero y fundamental-
mente enamorado de la actividad turística,
Barrena le dio otra dimensión a las fiestas sanjua-
ninas en años en los que la Fiesta del Moscatel de
Albardón, la del Olivo en Angaco, la del Melón y la
Piedra en Sarmiento, la de la Tradición en Jáchal
y otras diseminadas en toda la geografía provin-
cial, rivalizaban en ingenio y participación y cons-
tituían una expresión integral de la cultura sanjua-
nina.
Barrena fue, en 1987, el primer intendente
electo que tuvo la ciudad de San Juan,
falleciendo durante el ejercicio de su man-
dato.
El ingenio en la
presentación de
carruajes fue un
aspecto destacable,
como este avión
presentado por el
departamento Pocito
La Fiesta del Sol permitió que surgieran
especialistas en diferentes temas
(ornamentación, luces, música), como
Gastón Desgens, que aparece en la foto
y presentaba grandes muñecos
Las murgas y comparsas
dieron pie a la
participación popular