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JUAN CARLOS BATALLER - EDGARDO MENDOZA
LOS AÑOS 30
LA RADIO
E
s la radio, el gran aporte de la técni-
ca, lo que modificó la vida cotidiana
en esta década. Ya a principios de los
años 20 se habían realizado en la
ciudad transmisiones experimentales
que fueron escuchadas por algunos
oyentes dotados de una infinita paciencia. Para
1929 comenzó a transmitir Radio González, pro-
piedad de Antonio y Laureano González.
Posteriormente siguió funcionando como LV 5,
siendo "Rayito de sol", programa dirigido a los
niños y conducido por la Sra. de Pittaluga, uno de
los más escuchados.
El 5 de septiembre de 1930 fue inaugurada LT
6 o la Broadcasting del Vino, que desde 1945
comenzó a llamarse Radio Colón. En los primeros
tiempos esta emisora sólo transmitía propaganda
de vides y de vino. Sobre todo a partir de 1935
transmitió propagandas de tiendas de comercios
como Casa Chait y The Sportman.
Para entonces se realizaban transmisiones de
8 a 24 siendo visitada la emisora por figuras muy
populares de la época como José Mogica,
Libertad Lamarque, Azucena Maizani, Antonio
Tormo y muchos más. Su presencia atraía multi-
tudes que además de escuchar querían ver a los
artistas.
El aparato receptor, la radio, pasó a ocupar un
lugar importantísimo dentro de la familia sanjuani-
na. Fue un integrante más de la misma. El “spea-
ker”, es decir el hombre que hablaba, que narra-
ba, fue el nexo entre la familia y el mundo exterior.
La radio nunca interrumpió ni cortó las relaciones
familiares, se integró a éstas. La necesidad para
el oyente de recrear, de imaginar lo que se trans-
mitía obligaba a un trabajo mental cuya conse-
cuencia primera era la de hacer comentarios
sobre lo escuchado. La radio fomentó y recreó el
diálogo familiar.
Las transmisiones eran de muy diverso tipo,
en un lugar muy importante estaban las activida-
des deportivas. Las que se hacían desde Buenos
Aires causaban furor a pesar de los ruidos y otros
defectos con los que se recepcionaba la transmi-
sión. En San Juan la radio promocionó deportes,
gracias a ello algunos alcanzaron una gran popu-
laridad. El ciclismo fue el gran ejemplo.
La radio narraba también otras cosas impor-
tantes. La asunción de un gobernador o un presi-
dente, que se transmitía desde la Capital Federal.
A partir de discos se escuchaba música o se rela-
taba una carrera de caballos, el discurso de una
autoridad o la llegada de un hidroavión a Buenos
Aires.
A veces se llegaron a transmitir cosas inexis-
tentes, como la famosa pelea de boxeo que no se
realizó nunca o como ocurrió en EE.UU., la llega-
da de los marcianos.
Poco a poco las noticias fueron ocupando un
lugar importante en la actividad radial. Esta com-
petencia obligó a la prensa escrita a hacer un
replanteo de su actividad. Debido a la radio, los
periódicos se reformularon en San Juan, adqui-
riendo mayor calidad a través de un mejor análi-
sis de los sucesos.
La radio ayudó a difundir a cantantes y músi-
cos locales y proporcionó un nuevo tipo de activi-
dad artística: el radioteatro. Surgieron compañías
e infinidad de actores radiofónicos pues por las
tardes se escuchaba la obra y por la noche el
grupo salía a actuar. Se visitaban pueblos y
barrios, importantes o humildes. Un público muy
popular pudo conocer el trabajo en vivo de los
actores.
Las obras que ponían el acento tanto en temas
históricos como gauchescos obtuvieron éxitos
espectaculares. Entre otras fueron preferidas por
el público sanjuanino "Lisandro el tropero" y "Flor
de durazno".
La radio gozó de este privilegio hasta media-
dos de los años 60 en que debió hacer frente a la
presencia de la televisión.
La década del 30 trajo innovaciones en el cine,
aparecieron las películas parlantes o habladas.
Los cines preferidos eran el del teatro Cervantes
y el San Martín, luego llamado San Juan. El tea-
tro Estornell estaba reservado sobre todo a
espectáculos y actos institucionales.
El cine sonoro y las películas largas impusie-
ron una dinámica de diversión y salidas familiares
diferente. La salida al cine comenzó a ser com-
pletada, antes o después de la función, con el
paso por una confitería.
Carlos Gardel
en San Juan
Fue a mediados del ’33,
dicen que en el mes de
mayo, cuando Carlos
Gardel llegó a San Juan.
En la foto, rodeado de
admiradores, en el hall del
teatro Cervantes, donde
actuó.
Lisandro, el tropero
En el teatro Estornell fue
tomada esta fotografía,
en momentos en que se
presentaba la obra
“Lisandro, el tropero”,
por la compañía de César
Córdoba. De izquierda a
derecha aparecen Pablo
Molina, Lucy Ruan (Lucy
Giménez de Pandiella),
Julio Alvarado (Agustín
Pandiella), Antonio Ramos
Blanco, Gladys Montemar,
César Córdoba y Sarita
Valle.
