ue el último asesinato de un
gobernador en San Juan.
Aunque si uno estudia los hechos
que desencadenaron en aquel 20 de
noviembre de 1921, advierte que el
crimen fue sólo una parte de una
revolución que tenía por objeto terminar con el
gobierno de Amable Jones, sostenido por el pre-
sidente Hipólito Yrigoyen a pesar de su
aislamiento y el cercenamiento de la vida
institucional de la provincia que mostraba un
Poder Legislativo clausurado y una Justicia con
gravísimas anormalidades.
Aquel domingo por la mañana, Jones un
sanjuanino descendiente de inglés que tras 30
años alejado de San Juan había sido electo
gobernador tras un acuerdo entre fracciones del
radicalismo, iba en un automóvil Staoddart
Dayton, acompañado por el fuerte industrial Juan
Meglioli, el ministro de la Corte, doctor Luis J.
Colombo, su colaborador Humberto Bianchi y el
chofer Leonardo Heard. Destino: Pocito, para
observar algunas obras y almorzar en la casa de
su primo, Victoriano Agüero.
El automóvil se detuvo en La Rinconada, en la
casa de un pariente de Jones, don Manuel Agüero
y desde el auto el gobernador conversó algunos
minutos con el dueño de casa y otras dos
personas, José Miguel Bustos y Arturo Juan
Santi.
Iba a reiniciar la marcha el vehículo y de
pronto se desencadenaron los hechos.
Desde una casa ubicada a pocos metros,
propiedad de Vicente Miranda Jámenson,
comenzó a aparecer gente armada. Un certero
disparó dio en el centro del corazón de Meglioli,
que falleció en el acto mientras una lluvia de
proyectiles caía sobre el resto de los ocupantes
del coche.
—No tiren más, estoy herido de muerte –se
escuchó decir a Jones, un siquiatra de fama
internacional.
Fue en vano, los atacantes dispararon
innumerables veces sobre el cuerpo del
gobernador y finalmente lanzaron una bomba.
Allí quedó aquel domingo al mediodía el
cuerpo acribillado de Jones, junto al de Meglioli.
Co-lombo y Bianchi resultaron con heridas
menores y el chofer pudo escapar.
Mientras esto ocurría en Pocito, otro grupo
tomaba la comisaría Primera y se disponían a
ocupar la Central de Policía cuando al caer la
noche intervino el Regimiento de Línea y
numerosas personas reunidas en la casa familiar
de los Cantoni, en la calle 9 de julio, fueron
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JUAN CARLOS BATALLER - EDGARDO MENDOZA
EL ASESINATO DE JONES
F
detenidas.
A partir de ese momento se sucedieron los
problemas políticos e institucionales, fueron
detenidas 300 personas –muchas de ellas, entre
otros varios periodistas, no tenían nada que ver
con el hecho—, se aplicaron torturas y se inició un
juicio que llevó varios meses.
El 12 de octubre de 1922, el fiscal Ismael
Berón de Astrada presentó la acusación formal
señalando a Federico Cantoni como el instigador
del crimen y como cómplices a Elio Cantoni,
Carlos Porto, Ernesto Reynoso, Victor Jorquera y
Juan de Dios Vázquez.
Como autores materiales del asesinato
responsabilizó a Vicente de la Cruz Miranda
Jamenson, Rómulo Tobares, Tiburcio Parra,
Ricardo y José María Peña Zapata, Domingo
Benito Urcullu, Alejandro Joanasi, Belisario Clavel,
Nicolás Pellerite, Fernando Santamaría y Emilio
Sancassani.
Pero la historia estaba lejos de terminar. El
juicio fue anulado y poco despues, Cantoni desde
la cárcel se impuso en las elecciones para
gobernador. Iniciado un nuevo juicio, la primera
medida de la nueva Legislatura fue una amnistía
amplia para todos los acusados de los hechos de
la Rinconada.
La muerte de Jones tuvo amplia repercusión
en todo el país. Para la sociedad sanjuanina este,
que fue el último asesinato de un gobernador,
mereció distintas interpretaciones y durante
muchos años fue un tema casi no abordado por
los historiadores.
Por encima de las interpretaciones hubo
resultados concretos: el radicalismo nunca volvió
El auto.
Este el auto Staoddart Dayton,
patente 111 en el que viajaban el gobernador
y sus acompañantes para participar de un
almuerzo en la propiedad de Victoriano
Agüero, en La Rinconada. El vehículo
muestra los impactos de bala que recibió.
La autopsia.
Esta foto tiene un gran valor
histórico. Reflejan la autopsia practicada al
cuerpo de Jones por los doctores Américo
Devoto, Carlos Albarracín Godoy, Eugenio
Doncel y el médico policial, doctor Alejandro
Quiroga Garramuño. La necropsia se realizó
en la casa de Gobierno, a las 23 horas del día
del atentado (20 de febrero de 1921), es decir,
diez horas después de producida la muerte.
Jones había recibido muchos balazos e
incluso una herida producto de una bomba,
según consta en el expediente. La autopsia
de Meglioli se practicó en el hospital San
Roque a las 10 de la mañana del día
siguiente.
LOS AÑOS 20 - SUCESOS
