TODO UN DIA DE TIROS
EN LA PLAZA 25
La revolución
contra Cantoni
Honorio Basualdo, Carlos Basualdo, Alejandro Camba, Arturo Storni, Oscar Correa Arce y el ex gobernador
Juan Maurín, integrantes de la Junta Revolucionaria. La foto fue tomada en la casa de Diego Young, que
estaba ubicada en Mitre casi Mendoza, frente a la plaza, al anochecer del 21 de febrero de 1934
1934
Nuevo atentado
El 25 de febrero de 1929, Aldo, que estaba alojado en la cárcel de Marquesado, debía declarar ante
el juez José González Ramirez por el proceso que se le seguía.
Era un secreto a voces que algo se tramaba contra la vida del ex gobernador.
Enterado de esa versión, Federico Cantoni que era senador nacional electo aunque no había podi-
do asumir su cargo, denunció lo que se comentaba al jefe de Policía.
—Lo van a matar cuando salga de Tribunales-
, aseguró Federico.
El diputado nacional Videla Rojas envió un telegrama al ministro del Interior, exponiendo el
carácter y la gravedad de las amenazas.
El caso es que desde tempranas horas de la mañana había grupos de un comité radical ubicado en
las inmediaciones de Tribunales, que proferían gritos contra Cantoni.
A las 12,30 Aldo Cantoni terminó su declaración y salió de Tribunales.
En lugar se hacerlo subir al furgón de la policía se lo hizo ascender a un automóvil.
Estaba ya adentro cuando se produjo un corto tiroteo.
Aldo resultó herido en una pierna.
Nunca se supo quién fue. Los radicales personalistas que rodeaban el auto no fueron detenidos y
Pizarro sólo dijo que era
“muy dificil contener el odio que la multitud sentía por los Cantoni”
El único detenido ese día fue Federico Cantoni, por insultar al juez González Ramírez cuando no
lo dejaron entrar al hospital para ver a su hermano herido.
Aldo se había salvado por tercera vez en tres años.
Federico no podía permanecer detenido porque era senador nacional electo.
Ante esta situación, según relató tiempo después Cantoni en el Senado nacional, Pizarro informó
lo que había ocurrido al presidente Yrigoyen y luego, hablando con Elpidio Gonzalez, ministro del
Interior, se produjo el siguiente diálogo:
Pizarro:
Tatita: ¿lo largo o no lo largo al senador este?
Ministro Elpidio González:
Cumpla las órdenes de la justicia y déjese de embromar.
Juan Carlos Bataller
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