gaciones que realiza cada universidad, las publicaciones que los inves-
tigadores hacen en revistas internacionales, los libros que han escrito
los docentes, los contactos que mantienen con las empresas de cada
país…
En lugar de negar una realidad, al menos preguntémonos si estamos
haciendo todo bien. Ha sido tan minucioso el estudio que en el figuran
las mejores tres mil universidades del mundo.
- ¿Está la Universidad Nacional de San Juan entre esas 3 mil?
-No, no está.
-¿Está la Universidad Católica de Cuyo?
-Tampoco figura.
-¿Hay alguna universidad argentina?
-Sí, hay nueve universidades argentinas. De ellas, ocho son estatales y
solo una privada.
¿Quiere saber qué puestos ocupan?
●
En el puesto 377 –sexto en América Latina- figura la Universidad de
Buenos Aires.
●
En el lugar 828 –vigésimo entre los países latinoamericanos- aparece
la Universidad Nacional de La Plata.
●
En el puesto 1.640 –que corresponde al 59 de América Latina- está la
Universidad Nacional de Córdoba.
Las otras vienen más atrás.
MUCHOS UNIVERSITARIOS Y POCOS GRADUADOS
El problema es grave.
Le transcribo un artículo del ex embajador argentino en Brasil
Alieto
Guadagni:
“Veamos nuestra realidad universitaria comparándola con otra nación,
desde ya que no elegiremos ni Japón, Australia, Reino Unido, Holanda
o Suecia, sino a nuestro socio en el Mercosur.
●
Anualmente se gradúan en Brasil más de 800.000 universitarios mien-
tras nosotros apenas graduamos 95.000, claro que ellos son 192 millones
de habitantes y nosotros apenas 40, pero ellos gradúan 4,2 profesionales
cada 1000 habitantes y nosotros apenas 2,4.
●
Hay una enorme diferencia, por eso uno se puede preguntar por qué
Brasil gradúa 8,4 veces más universitarios que nosotros cuando tienen
apenas 3,5 veces más estudiantes. La respuesta es obvia, las cifras de
Brasil son las normales en la mayoría de los países, desde Japón, China,
Juan Carlos Bataller
70 - A