67 - A
San Juan
2035
de una sociedad postindustrial.
Un parto que, claro está, no es homogéneo ni simultáneo alrededor del
planeta. O, como prefiere decir él, “el cambio no es lineal; puede ir hacia
atrás, hacia adelante o hacia los costados”, pero para el que
será nece-
sario revolucionar el sistema educativo.
Hace un tiempo dijo Toffler en un reportaje:
–¿Qué deberían hacer aquellas naciones (como Argentina) que aún
fluctúan entre la segunda y la tercera ola?
–Un punto importante sería eliminar todos los sistemas educativos que
preparan a los chicos para trabajar en modelos industriales o de facto-
rías.
-¿Cómo es eso?
-Nuestros sistemas educativos hoy simulan el modelo de las fábricas,
en las que los chicos siguen un horario fijo de ingreso y salida, y una ru-
tina al estilo de un trabajo cualquiera, lo que estuvo bien mientras duró
la sociedad de masas. Preparamos a los chicos para trabajos que, en su
esencia, serán una suerte de línea de ensamblaje aun cuando esos em-
pleos resultarán cada vez más escasos, y no avanzamos hacia una eco-
nomía basada en el conocimiento individual.
-¿Qué debería hacerse?
-Es necesario transformar este sistema masivo de educación, algo que
será extremadamente difícil de lograr.
-¿Por qué?
-Es obvio que los sindicatos de profesores se resistirán a estos cambios
porque de manera comprensible buscarán proteger sus puestos de tra-
bajo, pero aun así debe darse un replanteo radical de la educación.
¿Cómo se combina lo que hoy aprenden los chicos en la escuela con lo
que aprenden en internet o en la calle? El punto es que el modelo en que
se mueven es injusto para los chicos. Preparan a los chicos para ayer, no
para mañana.
-¿Cómo sería esa escuela del mañana?
-Muy distinta de las actuales. Para empezar, porque debería funcionar
las 24 horas del día, ofrecer un servicio adaptado a las necesidades y los
intereses de cada alumno y de las empresas, y con un currículo inter-