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JONES
situ”
lo que estaba ocurriendo.
La comisión -integrada por el ex interven-
tor en San Juan, en 1917, coronel Daniél
Fernández, Mario Bravo, José Rodeyro,
Guillermo Rothe y Diógenes Taboada-,
llegó a San Juan y comenzó a trabajar el 12
de febrero.
Escuchó a mucha gente. A todos los que
tenían algo que decir...
que eran precisa-
mente los que se sentían afectados por la
actuación de Jones.
Pasaron con sus testimonios José Flores
Perramón, los jueces suspendidos, los con-
cejales e intendentes que no habían podido
asumir.
Pero hubo un detalle curioso: los legislado-
res que estuvieron en San Juan
no se preocu-
paron por pedir la opinión de un sólo fun-
cionario del Poder Ejecutivo.
Es decir:
venían con objetivos muy claros.
Y
las conclusiones fueron las espera-
das. Hizo suya las posiciones en
contra de Jones y solicitó la inter-
vención.
“La comisión está convencida que la
acción del gobierno federal debe ser inme-
diata”,
sostuvo el dictamen que señalaba que
el Poder Judicial “
ha dejado de existir”
, el
Poder Legislativo
“no puede funcionar constitucionalmente
porque el gobernador lo impide por la
fuerza”
y que los actos del gobernador impi-
den que los electos el 8 de diciembre en las
comunas puedan asumir sus cargos.
El informe fue leido y tratado en la Cámara
ese mismo mes de febrero. La oposición al
gobierno —constituida por conservadores y
socialistas— tenía mayoría
y sancionó con la
aprobación de ambas cámaras la interven-
ción a San Juan.
Cuando la ley llegó al Ejecutivo, Hipólito
Yrigoyen ni siquiera quiso discutir el tema.
La vetó.
Pero luego, en su mensaje al parlamento
explicó su posición:
—La resolución estaba condenada de ante-
mano a no producir ningún resultado legal
ni práctico, ya que no puede prosperar
como función legislativa. Los informes que
las cámaras necesiten sobre las provincias
deben solicitarlos al Poder Ejecutivo.
Nosotros les hubiéramos informado sobre
el conflicto de San Juan.
Para Yrigoyen, lo que estaba pasando en la
provincia,
“lejos de constituir un desdoro,
es la comprobación más palpable de su
resurgimiento ya que se discuten a plena
luz sus fundamentos y sus finalidades”.
E
l presidente sostenía que Jones, “en
uso de facultades que le confiere la
constitución podía proveer en el
receso de las cámaras toda vacante que
requiera su acuerdo”.
Para Yrigoyen, por medio de empleos en
comisión, Jones designó las personas que
debían integrar el superior tribunal,
“siendo
desconocido por el único miembro y esta
controversia debe ser resuelta de acuerdo
con las leyes y los magistrados en la pro-
vincia”.
Viene de página anterior
El Congreso de la Nación en las primeras decadas del siglo pasado, segun una acuarela de A. Della Valle.
Para Yrigoyen, lo que estaba
pasando en la provincia, lejos
de constituir un desdoro, era la
comprobación más palpable de
su resurgimiento “ya que se
discuten a plena luz sus
fundamentos y sus finalidades”.
