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Desde niños hasta adultos,
cada vez más personas
toman clases para aprender a
sacar fotos y compartirlas en
las redes. En San Juan
aumentan tanto los grupos de
aficionados como la cantidad
de gente que asiste a los
festivales y muestras, tanto
en salas culturales como en
lugares no convencionales.
“Fotografío, luego existo” es la reformula-
ción de la frase de Descartes que hizo el
crítico de arte Joan Fontcuberta, en vistas
a la necesidad cada vez más extendida
de retratar cada momento que vivimos.
¿Exagerado? Tal vez lo sea para los
mayores que añoran la época en que las
cámaras no dominaban los momentos
más significativos de la vida. Pero para
las nuevas generaciones y los adultos
que se animaron a dar el salto hacia la
era de la imagen, “la cámara se ha con-
vertido en un artilugio principal que nos
incita a aventurarnos en el mundo y a
recorrerlo tanto visual como intelectual-
mente”.
Incentivados por la posibilidad de compar-
tir las actividades diarias, son cada vez
más los que no se conforman con sacar
fotos comunes y corrientes. Con el deseo
de ganar calidad, personas de todas las
edades realizan cursos de fotografía para
aprovechar la amplia gama de opciones
tecnológicas. Este fenómeno lleva a algu-
nos a hablar de un nuevo boom de la
fotografía, desde la revolución que implicó
la aparición de la primera Polaroid en los
´70. Y es el teléfono celular el que cumple
un rol clave, no solo para los que sacan
fotos de manera improvisada sino tam-
bién para los artistas y profesionales que
lo usan como herramienta de trabajo.
Asociadas a la tecnología móvil se afian-
zan las redes y aplicaciones como
Instagram, que en la actualidad cuenta
con 300 millones de usuarios activos
mensuales.
Esta tendencia también se hace notar en
San Juan no solo con el aumento de los
Nuevos grupos,
nuevas propuestas
E
l interés imparable por la fotografía
llevó a que en los últimos años pro-
liferaran los grupos de aficionados y
profesionales, destinados a compartir expe-
cursos y talleres privados y públicos sino
también con los grupos de aficionados
que realizan actividades innovadoras. “El
boom de la fotografía está en todos
lados porque todos quieren sacar imáge-
nes de lo que hacen o lo que ven y man-
darlas a sus contactos”, dice Leandro
López, fotógrafo sanjuanino.
Para algunos, esta “avalancha de nue-
vos fotógrafos” perjudica el trabajo de
los que se dedican a ello de manera
profesional, teniendo en cuenta que la
gente se fija en los costos antes que en
la calidad. Sin embargo, la mayoría
agradece las posibilidades de la era
digital y asegura que el interés del
público no solo da más trabajo a los
que enseñan Fotografía sino que tam-
bién pone en otro rango a esta discipli-
na.
AUMENTAN LOS CURSOS, TALLERES Y GRUPOS PARA APRENDER
por la
FOTOGRAFÍA
LOCOS
SUSANA MATELLÁN, DIRECTORA
DE “RANCHO APARTE”
“Se transformó en
algo doméstico,
lúdico y familiar”
C
omo directora del espacio Rancho Aparte, Susana
Matellán es testigo de la fascinación que ejerce la
fotografía en personas de todas las edades.
“ uando la tecnología evolucionó, se hizo mucho más acce-
sible tomar fotos y la gente comenzó a incorporarlo cada
vez más como un hobby”, dice sobre esta actividad, que “se
puede entremezclar con la cotidianeidad de cada uno”.
-¿Qué cosas llevan a la gente a querer aprender fotogra-
fía?
-Muchas veces se entra a la fotografía por el equipo. La
gente compra la cámara pero después se da cuenta que no
lo sabe manejar. Piensan que leyendo en Internet o con los
consejos del amigo lo solucionan pero son herramientas con
un nivel de complejidad elevado y se necesita aprender con
alguien que sepa. Hay personas que se dedican a la
Medicina o la Contabilidad y están buscando una vía alterna-
tiva de expresión, sin darse cuenta. La cámara tiene mucho
de juguete, sobre todo la digital que tiene tanta flexibilidad en
el “prueba y error”.
-Las dificultades económicas hacen que muchas veces
estos gastos se posterguen. ¿Siguen teniendo muchos
inscriptos?
-En los últimos años hubo un incremento de la cantidad de
gente interesada y ese interés sigue a pesar de las dificulta-
des económicas. Es una actividad recreativa y social y la
gente recurre a ella porque necesita desconectarse y reciclar
la energía. Tratamos de fomentar el aspecto social porque a
través de esto se generan vínculos fuertes que siguen des-
pués del curso. La fotografía se transformó en algo más
doméstico, lúdico y familiar. Le cambió la vida a mucha gente,
que experimenta una transformación tanto en lo social como
en mejorar su autoestima o encontrar un medio de vida.