—En el 17. El caso es que las gestiones dieron sus
frutos y en las elecciones a gobernador del año
siguiente los radicales fueron unidos tras la fórmula
Napoleón Rosselot — Nilamón Balaguer y perdieron
por sólo 700 votos con los conservadores que llega-
ron al gobierno con Izasa y Graffigna.
—Ya estaban cerca del gobierno...
—¡Qué iban a estar! En febrero del 18 debían procla-
mar candidatos a diputados nacionales y otra vez
estalla la crisis, violenta, entre los sectores.
—¿Cuándo aparece Cantoni con dimensión de
lider?
—Le explico. Cantoni hacia poco que había vuelto a
San Juan y había creado dentro del radicalismo el
Club Baluarte, integrado en su mayoría por jóvenes
que no acataban el predominio de los matuchos ni los
orejudos.
—¿Pero siempre dentro del Partido Radical?
—Por supuesto. Es más, en el 18, Cantoni presidía el
radicalismo pero aun no había tomado su estatura de
caudillo. Cuando se producen los enfrentamientos
para elegir candidato a diputado nacional en reempla-
zo del doctor Roberto Barrera, que cesaba en su man-
dato, Cantoni apoya a Carlos Conforti mientras otro
sector, encabezado por los doctores De Vita y
Lloveras sostienen la postulación de Marcial V.
Quiroga.
—¿No llegaron a un acuerdo?
—Ocurrió que la convención radical, en una reunión
donde hubo insultos, gritos y hasta algunos puñeta-
zos, decidió postular a Marcial Quiroga pero ya
Cantoni y los suyos se habían retirado. Federico
renuncia la presidencia del partido y anunció abierta-
mente la disidencia, fundando el Partido
Intransigente. No obstante apoyó en las elecciones a
Quiroga, “sólo por disciplina partidaria”, según dijo.
—Las divisiones ya eran profundas...
—Le cuento para que se ubique. Para Cantoni era lo
mismo que fuera Conforti o Quiroga, las diferencias
eran mucho más profundas. A Cantoni y su gente le
preocupaba la falta de definición de los otros sectores.
Ni los matuchos ni los orejudos querían que las cosas
cambiaran. Aunque... qué quiere que le diga: a
Cantoni también lo movían intereses personales...
—¿Cómo les fue?
—Quiroga fue electo y...¿sabe? con el ingreso de este
médico sanjuanino Irigoyen alcanzó la mayoría en la
Cámara de Diputados...
—¿Cómo queda la situación interna en el radica-
lismo?
—Como el comité nacional dió su apoyo a la gente
que encabezaba Napoleón Rosselot, desde ese día no
fueron más Orejudos: pasaron a llamarse nacionalis-
tas, mientras enfrente quedaban los intransigentes,
liderados por Cantoni.
—Dígame, don Sergio... ¿cómo surge la candidatu-
ra de Jones?
—Ah...eso es largo de explicar. Si quiere esta noche
nos juntamos a cenar y le cuento todo.
11
M
il novecientos veinte.
Eran los tiempos en los que según
cuenta Horacio Videla, don
Guillermo Yanzi Oro y su esposa, Rogelia
Furque, se embarcaban rumbo a Europa, llevando
hijos, mucamos y hasta una vaca lechera para los
lactantes infantes.
Don Martín Albarracín y uno de los hermanos
Barboza regresaron de Paris desilucionados por-
que nada habían visto en el Pigalle o el Moulin
Rouge superior a los números de variette de la
Casa Amarilla, el casino local.
Eran los años de las aperturas de bancos.
Y no hablamos de sucursales. Bancos que creaba
una pujante clase empresaria sanjuanina.
Uno de ellos era el Banco Provincial de San Juan,
creado en 1888. Era un banco mixto y en los años
20 su presidente-gerente era J. Colon Godoy.
Don Juan Meglioli presidía el Banco Italo
Argentino que tenía en su directorio a empresa-
rios de la talla de Bartolomé Del Bono, Juan A.
Graffigna, Aquiles Galletti, Luis Luraschi, José
Rodriguez, Carlos Guimaraes, Alberto Garrone,
Alarico Ambrosi, León Ottolenghi, Pedro
Gattoni, Antonio Ruffa, Antonio Zunino que era
a su vez el gerente Carlos Varesse y José P.
Rodriguez.
Fundado el 20 de septiembre de 1919, el banco aca-
baba de comprar un terreno en la esquina de Mitre y
General Acha, frente al Banco de la Nación.
Don Ramón Barrera era el presidente del direc-
torio del Banco Comercial de San Juan, funda-
do en 1917 y estructurado como cooperativa.
El Banco Popular de San Juan había nacido
como “Sociedad Cooperativa de Crédito
Limitada”, transformándose luego en sociedad
anónima. Lo presidía Marcos Gómez y en su
directorio figuraban empresarios de mucho peso
en la provincia, como Salvador López Pelaez,
Martín Segundo Balmaceda, Pablo Enrico,
Alberto Vidart, José S. Castro Rios, Raul
Videla, Antonio Borrego, Arturo Ovalles y
Simón Chait.
Pero no sólo surgían empresarios vitivinícolas y
banqueros.
En 1918, por ejemplo, se había terminado la
construcción del Teatro Estornell, que se inició
un año antes. Estaba ubicado en la esquina de
Rivadavia y Sarmiento.
La obra costó 250 mil pesos y estaba dividido
en teatro de invierno y teatro de verano.
Llevaba el nombre de su propietario, un valen-
ciano que en 1912 había llegado de España, don
José Estornell. Radicado primero en Mendoza,
Estornell instaló en San Juan una destilería de
alcohol, en 1914. De ahí se proyectó al mundo
del espectáculo.
Años de esplendor económico
Estas son las autoridades
del Banco Italo
Argentino, que abrió sus
puertas el 20 de setiem-
bre de 1919. Juan
Meglioli, su primer pre-
sidente, aparece sentado.
Es el tercero de izquierda
a derecha, flanqueado
por Bartolomé Del Bono
y Juan Graffigna.
La construcción del Teatro Estornel se terminó en 1918. Para San Juan fue todo
un acontecimiento contar con esta sala ubicada en la esquina de las calles
Rivadavia y Sarmiento. Estaba dividido en teatro de invierno y verano