L
a semana previa al
asesinato de Amable
Jones comenzó con
una noticia de la que pocos se
enteraron. Finalmente, el pre-
sidente de la Nación había
aceptado intervenir San Juan.
Por ese motivo viajó a
Buenos Aires el presidente
del Senado, Juan Estrella.
Otras dos personas estaban al
tanto del hecho: Federico
Cantoni y Alberto Vita.
El jueves por la tarde Estrella
envió un telegrama desde
Buenos Aires confirmando
que faltaban horas para que se
anunciara el nombre del inter-
ventor.
S
in embargo, la idea de
la revolución e incluso
de la detención o
muerte del gobernador seguía
firme en algunas mentes.
Los entretelones de esa sema-
na clave y una recorrida por
un San Juan increible en su
potencial que estaba por vivir
un suceso que los marcaría
para siempre.
La suerte de Jones estaba
decidida: San Juan sería
intervenida.
Suplementos coleccionables
7
Juan Carlos Bataller
Ilustración: Miguel Camporro
JONES
