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Viernes 24 de noviembre de 2017
ABUSO EN SAN JUAN
chances de una vida adulta cercana a la
felicidad. La pata fundamental es una fa-
milia contenedora, sostenedora y que se
caracterice por la salud mental.
- ¿Quién decide si los niños se quedan
con el círculo íntimo de la familia o
queda institucionalizado?
- El diagnóstico lo realiza la Dirección de
la Niñez del Ministerio de Desarrollo Hu-
mano, que interviene en la Asesoría de la
Niñez en el Poder Judicial y ofrece res-
guardo a cualquier niño que haya sido víc-
tima de abuso sexual y más cuando ha
sido intrafamiliar.
- ¿Si un chico es institucionalizado
puede llegar a tener una infancia feliz,
estar contenido?
P
ara conocer más sobre cómo
viven los niños, niñas y adoles-
centes las situaciones de abuso,
El Nuevo Diario
entrevistó a una psicó-
loga especialista en el tema, quien prefirió
mantener su nombre en reserva porque
está vinculada profesionalmente a algu-
nas de las causas más resonantes de los
últimos días.
-¿Logran recuperarse las personas
que sufrieron abusos en su infancia?
-Hay distintos factores que van a marcar
las posibilidades de recuperación. Los
fundamentales son el sostén de un grupo
familiar que les permita acompañar lo que
le quede de desarrollo infantil y adoles-
cencia posteriores, para que puedan lle-
gar a madurar y se les den mayores
“El sostén del grupo familiar es
fundamental para la recuperación”
-¿Cómo se establece una condena en
casos de padres abusadores de sus
propios hijos?
-Los que administramos justicia tene-
mos que tener el temple, la prudencia y
la firmeza necesaria para interpretar y
aplicar las normas jurídicas. Siempre
ajustados a la naturaleza del hecho, que
es lo que nos va a dar a la interpreta-
ción justa y adecuada, las circunstan-
cias, cómo se consumaron, tanto en
cantidad, calidad y tiempo, quiénes son
las víctimas, qué razones hubo para de-
linquir. Se trata de figuras agravadas
que van concursadas realmente, en las
que la escala penal es extremadamente
alta. El común de la gente dice “hay que
darle 100 años o hay que matarlos”,
pero no es así, se debe encuadrar en
una figura típico legal, y determinar una
escala penal.
-Es difícil de entender que estos he-
chos se prolonguen en el tiempo sin
que nadie lo advierta
-Eso es una constante en los casos de
este tipo, se mantienen ocultos durante
muchos años y saltan a la realidad por
una casualidad. Debemos apuntar a re-
cuperar los valores de la sociedad, la
enseñanza, la cultura…Educación, edu-
cación, educación…
-De acuerdo a su experiencia, ¿qué
pasa con estos abusadores una vez
que están condenados, en la cárcel,
evolucionan, aceptan los hechos que
cometieron?
-La característica de los abusadores es
que nunca reconocen los hechos. Uno ad-
vierte las caras, se los ve mal, pero lo que
tratamos de lograr es la contundencia de la
prueba, porque son hechos que cometen
en un ámbito de privacidad o clandestini-
dad, que están ocultos a terceras perso-
nas. Las víctimas son chantajeadas de
diversas maneras, a veces por unas
monedas, se los lleva por diferentes en-
gaños.
-¿Nadie puede advertir esos hechos?
-En la mayoría de los casos, sí, pero a
veces si el que comente el hecho es el
sostén de la familia hay una dependen-
cia económica tan grande que no
puedo acusar a la persona que tolera el
abuso como cómplice o encubridora si
no tengo una certeza plena, porque a
veces es una tolerancia que, como
dicen “la necesidad tiene que cara de
hereje”. Es por eso que debemos tener
el temple y la sabiduría necesaria al mo-
mento de tomar una determinación.
-De acuerdo a los casos que ha co-
nocido, ¿los abusadores logran rein-
sertarse en la sociedad luego de
cumplir la condena? ¿Se hace un se-
guimiento en San Juan?
-Lo desconocemos porque no hay un
seguimiento luego de que esa persona
recupera la libertad. Ese es un tema
puntal a resolver. En algunos casos nos
dicen que son irrecuperables, pero no
se los puede matar ni dejar presos de
por vida, para eso están las escalas del
Código Penal. El seguimiento debiera
existir como una cuestión organizada
desde nosotros como sociedad.
-Tienen que considerarse varios paráme-
tros. Uno es un sostén familiar afectivo, que
tiene que llegar a un hogar en el que lógica-
mente se le brinde afecto, que supla provi-
soriamente hasta que se pueda
reorganizar, revalorar y evaluar a dónde
puede ser acogidos y puedan proseguir con
su vida. A lo largo de la vida van a necesitar
tratamiento en distintos momentos, como
las crisis normales de la adolescencia y
también en la adultez. Estos chicos requie-
ren un cuidado especial. Es fundamental
que se incorporen a actividades deportivas,
actividades recreativas, que puedan des-
cargar su impulsividad por canales social-
mente aceptados. Es básico fortalece la
autoestima y la seguridad de sí mismos y la
posibilidad de contar con herramientas y re-
cursos de defensa y de afrontar situaciones
de este tipo.
- ¿Qué pasa con la escolaridad de
estos chicos?
- Es fundamental un trabajo articulado de
las distintas instituciones: la familia, la es-
cuela, el tratamiento hospitalario o psico-
lógico privado o el área de salud. La
escuela debe trabajar con su gabinete
acompañando a estos chicos. Hay niños
que pueden seguir con su nivel de apren-
dizaje perfectamente, pero en otros la pro-
blemática genera bloqueos y no le permite
proseguir, entonces hay que ir acompa-
ñarlos en la paciencia docente, con el
acompañamiento amoroso docente tam-
bién. Se lo debe respetar en los tiempos,
es fundamental esto a nivel escolar.
Dónde hacer la denuncia
Llamando al 102
Las 24 horas del día en ANIVI,
Av. Córdoba 456 Este, teléfono 4275314
Los victimarios
A
unque el Código Penal les asigne
medidas a los jueces para que pue-
dan prorrogar la detención de un
abusador/a en la cárcel; o los jueces pue-
dan encontrar agravantes para otorgar una
pena máxima, lo cierto es que no hay un
seguimiento de lo que sucede cuando estas
personas quedan en libertad.
La cárcel tiene el objetivo la resocialización
de aquellas personas que entraron en con-
flicto con la ley, pero estas medidas son
sólo una expresión de deseo en la actuali-
dad.
Son varios los especialistas que sostienen
que la mayoría de los abusadores son irre-
cuperables, sólo resta que puedan quedar
detenidos de por vida. Otros suelen presen-
tar tan buena conducta que hasta sor-
prende que hayan podido cometer los
hechos de los que son acusados.
Sin un seguimiento de estos casos, será
imposible saber si una vez libres volverán a
cometer el mismo delito, aunque
las crónicas policiales dan cuenta de ello.
En los pasillos de Tribunales, los jueces ad-
miten que los abogados de pobres y ausen-
tes suelen “jugar a favor de las víctimas”,
logrando que los acusados sean rápida-
mente juzgados.
Esta semana, un hombre de 29 años fue
condenado a 24 años de prisión por ser el
autor, penalmente responsable, de “abuso
sexual triplemente agravado por la condi-
ción de guarda de la niña, ser portador de
una enfermedad de transmisión sexual y
por haber existido acceso carnal en hechos
reiterados idealmente concursado por co-
rrupción de menores”. Es una de las penas
más altas que se recuerde en la provincia
para un padre abusador de su hija.
Eduardo Mallea- Fiscal de Cámara
“No hay un seguimiento luego
de un abusador recupera la libertad”