Grace Bridge – Abogada especialista en Derecho Previsional
“No se puede equiparar una
jubilación con una renta de un activo”
es si usted produce los aisladores o si los
tiene que importar, si los tiene que importar
son más caros, a pesar de que han bajado
los costos.
—¿Quién produce aisladores?
—Estados Unidos, Japón, Nueva Zelanda y
también producen un tipo de aisladores en
Chile.
—¿Argentina no produce?
—No. Ahora tengo que ir Corrientes a una
reunión del CIMOP (Consejo Interprovincial
de Ministros de Obras Públicas), para tratar
de incentivar a los funcionarios y empresas
constructoras, a ver si pueden desarrollar la
tecnología acá. Es muy importante. En
Japón, después de 1995, donde había dos
o tres estructuras aisladas, ha sido expo-
nencial, ahora tienen 2.500 y lo mismo su-
cedió en Chile después de 2010 han
aislado, han puesto disipadores, hubo un
boom y en los terremotos de 2014, 2015 y
2016 las estructuras montadas sobre aisla-
dores o con disipadores respondieron per-
fectamente.
—¿Es recomendable en barrios que
construye el IPV o para determinados
edificios?
—Es una muy buena pregunta. Si produci-
mos los aisladores acá, el costo inicial es
igual, o un poquito mayor, puede ser un 5%
más. En Chile y en Estados Unidos se usa
para viviendas de interés social. De hecho,
los primeros aisladores que utilizaron en
Chile están puestos en viviendas de interés
social. Es un desafío fascinante. Nosotros
no podemos compararnos, Argentina es el
único país de Latinoamérica donde la capi-
tal del país no es sísmica, y eso coopera
mucho en contra. El interés no es mismo
que en Chile, por ejemplo, donde Santiago
es sísmico.
puede hacer, porque hay que transmitir las
cargas verticales, le pone en la fundación
aisladores, que son elementos que tienen
una muy fuerte rigidez vertical para las car-
gas verticales pero que son muy flexibles
horizontalmente. Entonces, es lo mismo
que el amortiguador en el auto. Eso se
mueve y arriba se mueve rígidamente, no
hay daño y todo se concentra abajo. Dismi-
nuye las fuerzas de inercia, que son las que
impactan en los edificios. Trabajé en el ae-
ropuerto de Armenia y está montado sobre
aisladores; el de Estambul, y los aeropuer-
tos de la costa oeste de Estados Unidos,
también. En San Juan, hay un edificio que
se está construyendo así, en la calle 25 de
Mayo, entre Salta y Santiago del Estero. Es
el primero en la provincia construido así.
(Ver nota Página 9)
—¿Y cuál es la otra forma innovadora?
—La otra forma son los disipadores de
energía. Uno puede pensar de la siguiente
manera: el sismo es una inyección de ener-
gía a la estructura y hay que disipar la ener-
gía. En el caso de la construcción
tradicional, la disipa con el daño y ahí para.
En el caso de la aislación de base la disipa
con la deformación de los aisladores, que
normalmente tienen un núcleo de plomo en
el centro, que entran en la fase plástica
como si fuera daño en la estructura y disi-
pan energía. La otra forma es incorporarle
externamente disipadores de energía. Hay
disipadores viscosos, por ejemplo un amor-
tiguador lleno de aceite o material viscoso
puesto en la base de las fundiciones. Todos
estos sistemas han sido probados en los úl-
timos terremotos, en los países desarrolla-
dos y en Chile y han andado perfectamente.
—En cuánto a costos ¿son más caros
que la construcción tradicional?
—Ese es el desafío más grande. Una cosa
8
Viernes 26 de mayo de 2017
ción continua.
—¿En Argentina está garantizada la se-
guridad de vida?
—No es el caso común del país. En el mejor
de los casos, supongamos, siendo muy opti-
mista, que en San Juan y Mendoza la segu-
ridad de vida está garantizada. Pero por
ejemplo, ciudades muy importantes, con
mucha cantidad de gente e infraestructura,
como Córdoba, una zona de moderada peli-
grosidad sísmica, no tiene para nada garan-
tizado esto, porque no se aplican los
reglamentos. No quiere decir que los edifi-
cios no sean seguros, el Estado no lo exige.
Acá aparecen los sistemas no tradicionales
o innovadores, la aislación de base y la in-
corporación de amortiguadores adicionales.
—¿En qué consisten estas nuevas for-
mas de construcción?
—Con la aislación de base lo que uno
quiere hacer es desacoplar la estructura del
suelo. Imagine que agarra la casa, la llena
de globos con helio y la sube, viene el terre-
moto y no pasa nada. Como eso no se
Las nuevas formas de
construcción permiten que los
edificios no queden fuera de
servicio luego de un terremoto
ni colapsen, lo que evita
pérdidas de vida y
económicas. En San Juan,
ya se construye un edificio
con un sistema innovador.
E
l pasado 8 de mayo, el Instituto
Nacional de Prevención Sísmica
(INPRES) cumplió 45 años de vida
y la fecha fue oportuna para entrevistar al
director del Instituto, Alejandro Giuliano,
quien sostuvo que es hora de modificar el
paradigma de las construcciones sismo
resistente tradicionales.
“El cambio de paradigma es pasar de la
seguridad de vida a la operación conti-
nua”, lo que significa incorporar sistemas
innovadores de construcción para evitar
que los edificios salgan de servicio, oca-
sionando grandes pérdidas, sostuvo.
—¿Cómo cambiaron las formas de
construcción en estos 45 años de vida
del INPRES?
—La esencia de la construcción sismo re-
sistente tradicional es que cuando venga
un terremoto destructivo la estructura no
colapse, porque eso es lo que mata. Sin
eso, no hay víctimas. Pero las estructuras
se dañan, tanto que a veces hay que de-
molerlas. Un caso patético y relativa-
mente nuevo fue el de Nueva Zelanda en
2011. Una réplica de un terremoto de
magnitud 6,3 atacó la segunda ciudad
más importante, Christchurch, no colap-
saron muchos edificios, pero resultaron
dañados y hubo que hacerlos de nuevo.
Tardaron dos años en reconstruir la ciu-
dad, con altos costos económicos. Este
es el nuevo desafío de la ingeniería sís-
mica, no podemos quedarnos con la se-
guridad de vida. Ahora tenemos el
desafío de cambiar de paradigma. Acá
entra a jugar la ingeniería sísmica no tra-
dicional con sistemas innovadores, como
la aislación sísmica, la incorporación de
elementos auxiliares, controlar el nivel de
daño.
—¿A qué paradigma deberíamos pasar?
—El desafío es dejar atrás el paradigma
actual de la ingeniería sísmica en el
mundo, que se llama seguridad de vida,
evitar que las construcciones colapsen. Ese
paradigma primó en el siglo XX y está vi-
gente, hay que verlo desde el punto de
vista técnico y ético. Los ingenieros estruc-
turales tenemos que preguntarnos ética-
mente y técnicamente qué nivel de vida
queremos para la gente y qué gente deja-
mos cuando la dejamos en la calle. Tene-
mos que pensar cómo hacemos
estructuras que no cambien sustancial-
mente el costo y que permanezcan operati-
vas después del terremoto. Las grandes
pérdidas económicas no están en los daño
de las estructuras, sino en que queden
fuera de servicio, que una industria o sana-
torio esté fuera de servicio 4 años, como
sucedió con el aeropuerto de Chile. Para
una familia, quedar sin su vivienda es una
catástrofe. El cambio de paradigma es
pasar de la seguridad de vida a la opera-
“
”
Los ingenieros
estructurales tenemos que
preguntarnos éticamente y
técnicamente qué nivel de
vida queremos para la
gente y qué gente dejamos
cuando la dejamos
en la calle
ALEJANDRO GIULIANO, DIRECTOR DEL INPRES
“Hay que incorporar sistemas
innovadores de construcción”