231
JONES
”
“
¿Qué podíamos esperar
los sanjuaninos de
digna y viril tradición?
Sólo la intervención
federal. Y ésta llegó.
Pero el fallo del
interventor Salvat fue
trucado bruscamente,
quedando la provincia
en peores condiciones
que antes.
ficando de “Rebelión” la reunión legislativa de
la H. Cámara de diputados y pasó los antece-
dentes a
su fiscal,
el nombrado Aquiles
Damianovich, hoy preso por delincuencia vul-
gar, en Buenos Aires, quien en un panfleto fija-
do en las paredes de los edificios, se expresaba
al acusar a los legisladores diciendo que, “los
diputados han comenzado a ejecutar en Banda,
una serie de delitos, atentados a la autoridad y
desacato”.
C
ontra toda esta serie inaudita de abu-
sos y atropellos, en que fueron proce-
sados y encarcelados los senadores
doctor Federico Cantoni, Diógenes Perramón,
doctor Alberto Vita; los diputados Ernesto
Reinoso, Juan Arturo, Eduardo R. Gil,
Argentino Echegaray, Angel Facio, Francisco
Salinas, señor Sarmiento y otros; el presidente
de la Exma. Corte de Justicia doctor José
Flores Perramón y muchos ciudadanos, existe
el documento que después produjera el
Interventor Federal, abogado Raimundo M.
Salvat, quien reconoció la validez de la asam-
blea legislativa del veinte y siete de noviembre
de mil novecientos veinte, por la cual este
poder se convocaba a sesiones extraordinarias
y daba por tanto validez a la reunión de la
Cámara de Diputados en que se instauró Juicio
Político al gobernador Jones.
Los hechos producidos por el señor Jones,
desde el 20 de diciembre de 1920 al 28 de
febrero de 1921 dan la plena razón al juicio
político. Pero los hechos producidos más ade-
lante, son la plena confirmación del caos insti-
tucional y político en que San Juan había caído.
S
in jueces legales, sin respeto a los fue-
ros de los legisladores, con policías
muy inferiores a la catadura moral de
los magistrados alquilados, en que un vigilante
cualquiera detenía, juzgaba y castigaba por su
cuenta y riesgo a quien elegía para satisfacer
sus venganzas personales, ¿qué podíamos
esperar los sanjuaninos de digna y viril tradi-
ción? Sólo la intervención federal y ésta llegó
por ley del Congreso y después de abundante
documentación que ilustró el debate político en
la Cámara de Diputados.
Pero el fallo del interventor doctor Salvat, fue
truncado bruscamente cuando se disponía a
decretar la suspensión del gobernador, el día 3
de junio de 1921, quedando la provincia en
peores condiciones que antes de la ley de inter-
vención. El entonces presidente de la
República, Hipólito Yrigoyen, inspirador y
responsable directo de los actos violatorios de
la Constitución y leyes de la Provincia y de los
más elementales principios del derecho de
gente producidos por el usurpador del gobier-
no Dr. Amable Jones, fue quien ordenó el
inmediato retiro de la intervención para que
pocos minutos después de retirada la acción
del Interventor Salvat, el pueblo fuera atrope-
llado por fuerzas de policía a caballo, en la
plaza 25 de Mayo y en forma que da vergüen-
za el recordarlo.
A
partir de esta fecha, se reeditan los
procedimientos de fuerza y los
magistrados que fueron repuestos
por el interventor Salvat, son nuevamente des-
conocidos, obligándoseles así a renunciar para
evitar el espectáculo bochornoso de ser saca-
dos a la fuerza de sus juzgados y la miseria a
que los sometían no pagándoseles sus sueldos.
Con esto vuelven los jueces alquilados y desa-
parecen en San Juan las garantías colectivas y
privativas de los ciudadanos. La libertad de
reunión, la de prensa, la de expresar ideas
públicamente, la de trabajar y transitar, desa-
parecen totalmente y sólo queda en pie el
capricho burdo y soez de la policía que repre-
senta y reemplaza la Constitución y la ley.
N
o deseo prolongar mucho este escri-
to, pero quiero hacer constar que el
señor Yrigoyen había puesto a dis-
posición incondicional del señor Jones, las
fuerzas del Regimiento 15 de Infantería de
línea para obligar al Presidente de la Exma.
Corte de Justicia, doctor José Flores
Perramón, a tomar juramento a los miembros
de ese tribunal, nombrados por decreto, docto-
res Luis Colombo y Félix Alberto Echegaray,
lo que se realiza el día 16 de junio del mismo
año 1921.
A tal extremo llega la burla y el escornio a
todo lo que representa un principio de autori-
dad legal, que en la noche del día veinte y uno
de junio de ese año, el Juez Federal, doctor