JONES
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Qué fue de ellos
A
l cumplirse el primer aniversario de
la muerte de Amable Jones, se reali-
zó un acto muy importante.
Se descubrió una placa en el cementerio de la
Capital y un monolito en el lugar donde fue
asesinado, en La Rinconada.
Hubo discursos, se hizo una reseña de su vida
y se depositaron decenas de ofrendas florales.
Claro,
se estaba en vísperas de elecciones.
Y pronto quedó demostrado que los homena-
jes sólo respondían a una especulación electo-
ral.
Tras el triunfo de Federico Cantoni, Jones
pasó al olvido.
Pero un olvido
total y absoluto.
Alguien, tiempo después, hizo desaparecer el
monolito colocado en Pocito.
Luego, desapareció la placa en el cementerio.
Años más tarde, el tema Jones volvió a ser
noticia nacional.
Irigoyen era nuevamente presidente de la
República y Aldo Cantoni gobernaba a la pro-
vincia.
Federico Cantoni y Carlos R. Porto fueron
electos senadores nacionales.
Nunca se les permitiría asumir.
El fantasma de Jones sobrevolaba aún en la
Nación, aunque en San Juan ni se lo recorda-
ba.
E
l radicalismo sanjuanino jamás reivin-
dicó la acción del único gobernador de
ese origen que tuvo la provincia.
Casi 80 años más tarde, radicales y bloquistas
conformaron una alianza que triunfó en las elec-
ciones de 1.999.
En momento de ser trasladados los restos de
Jones al panteón de los gobernadores, en los
años 50, el cajón fue abierto.
Cuentan quienes estuvieron en ese acto que
el
cuerpo, momificado, permanecía casi intacto.
Hasta de los departamentos lejanos de la provincia, llegaban trayendo flores.
Amable
Jones
Lápida colocada en la Rinconada.
Artística
placa
colocada en
la tumba
que guarda
los restos de
Jones.