Viernes 18 de mayo de 2018
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EL MAGISTRADO QUE ESTÁ BAJO LA LUPA DE LA CORTE
—¿Qué pasó el día de la indagatoria al
ginecólogo Carlos Martínez y las actas
no firmadas?
—Ese día se tomaron varias indagatorias
con respecto a la causa de Martínez y en
la misma audiencia se tomaron las tres
declaraciones indagatorias y también ese
día, en la causa de Ontiveros (NdelaR: un
entrenador también acusado de abuso),
se había solicitado una ampliación de la
indagatoria y esa causa ya estaba termi-
nada y con auto de procesamiento e in-
clusive estaba con elevación a Cámara
por parte del fiscal. Como existe el dere-
cho a declarar en cualquier etapa del pro-
ceso, se le concedió y se le fijó la
audiencia. Había dos causas que recién
estaban comenzando y una del año pa-
sado que estaba avanzada y la prueba se
había producido en su totalidad. Ante esa
situación, no quise acumular las causas
para no demorar la primera.
—¿Por qué no firmó las actas de la in-
dagatoria y de las testimoniales?
— Se toma la declaración indagatoria y
también la de las otras dos causas. Esta
primera causa, está totalmente suscripta
por mí, procesado. Reitero, fue en la
misma audiencia que se tomaron las tres
declaraciones. Las otras actas no se sus-
cribieron porque en esas dos causas que
se estaban iniciando todavía había que
producir toda la prueba que habíamos or-
denado desde el tribunal y el fiscal. Como
se está trabajando en eso, no fue a mi
despacho para la suscripción de las actas
sino que volvió al escritorio del instructor
quien, como la tramitación en la sede
penal es de oficio, tiene que hacer la pro-
videncia que ordenamos, redactar las cé-
dulas de notificación a los testigos, los
oficios judiciales y a medida que se va tra-
bajando el expediente se van llevando de-
terminadas cuestiones a la firma. Por
ejemplo, los oficios están firmados, fueron
diligenciados y en el proceso así se van
recopilando pruebas, se va tramitando.
Una vez que todo ese material va conclu-
yendo, se glosan al expediente, se agre-
gan con las actas, con las declaraciones
testimoniales y se llevan a despacho a la
firma. Esos dos expedientes nunca se lle-
varon a despacho a la firma porque se es-
taban trabajando.
—Ni el fiscal ni la defensa pidieron la
nulidad de lo actuado, ¿esto le da la
razón a usted en sus dichos?
—Las nulidades procesales tienen una fi-
nalidad que es resguardar garantías cons-
titucionales, por lo tanto requieren para
ser decretadas, una lesión efectiva a un
derecho. En este caso, el doctor Quiroga
entendió que existía una lesión al derecho
de defensa y por eso decretó la nulidad. Y
esto también lo podría haber hecho el fis-
cal o abogado defensor o ninguno. Yo no
que se hace cargo de los problemas y me
afecta y quería venir a solucionarlo. Evi-
dentemente la Corte piensa que hay que
manejarlo de esta forma. Soy un hombre
de derecho y ellos son los que ejercen la
superintendencia de lo que es la gestión
administrativa del Poder Judicial y voy a
estar a lo que resuelvan.
“
Asumo la responsabilidad,
la firma que faltaba era mía
”
—¿Salir a contar su versión es sinó-
nimo de que acepta que se equivocó?
—Si hay algún tipo equivocación en el
Juzgado yo soy el responsable. En este
caso la firma que faltaba era la mía y
asumo la responsabilidad que tenga
que asumir. En una semana podía estar
de nuevo todo en orden y la causa mar-
chando como venía marchando. Esto no
depende de mí sino de que la Corte me
hubiese autorizado la suspensión de
mis vacaciones. Dentro de dos sema-
nas se darán cuenta que no pasó nada
y la causa ha seguido su trámite normal.
—¿Esto pone en riesgo su asunción
en el Noveno Juzgado Civil?
—Entiendo que asumo en mi Juzgado a
fin de mes y lo único que puede prohi-
birlo es la destitución y eso entiende un
proceso constitucional que es un jury de
enjuiciamiento y entiendo que no va a
pasar.
El juez Oritja
se defiende
Lo que pasó con las actas sin firmar en la causa del ginecólogo.
Por qué se fue a Barcelona. Su intento de
reincorporarse antes de lo previsto.
¿Jura como juez del Noveno Civil?
soy el órgano superior que
controla sus resoluciones, por
lo tanto no tengo por qué ha-
cerlo. En la causa no puede
afectar absolutamente en nada.
El delito no ha prescrito por esa nuli-
dad, no se declaró la libertad del impu-
tado por esa nulidad y lo único que
genera es la complicación de volver a re-
alizar esas audiencias indagatorias y ge-
nera una demora insignificante en el
proceso.
“No pedí licencia para
ir a jugar al fútbol”
—Pero usted estaba de viaje en Barce-
lona, ¿fue con una licencia especial?
—No fue una licencia especial, estaba go-
zando de mis vacaciones, una licencia
compensatoria porque trabajé todo el mes
de enero y lo hice porque en diciembre
me cambiaron los funcionarios y necesita-
ban ponerse a tono, en ritmo con la activi-
dad jurisdiccional que es totalmente
distinta a la práctica profesional liberal y
aproveché ese mes porque por la fecha
de ingreso no iban a tener vacaciones y
es tranquilo porque no hay abogados liti-
gantes que estén procurando y hay mu-
chas menos causas de ingreso. Esa
licencia que no me tomé en enero me la
tengo que tomar antes de mayo por una
acordada de la Corte y en virtud de esto
programé mis vacaciones con mucha anti-
cipación. Después, adónde me fui, qué
hice, es estrictamente personal y no le
debe importar a nadie. No tiene ningún
tipo de relación la falta de firma en las
actas indagatorias con lo que yo hice en
mis vacaciones.
“No quiero entrar en
teorías de complots”
—Hace un año debía levantar la clau-
sura de Veladero, usted dijo que la em-
presa no habían cumplido con todo lo
requerido por Minería y se fue de vaca-
ciones, ¿tiene esto algo que ver con
aquello?
—Soy una persona que, no es que no
crea, sino que no quiero entrar en las teo-
rías de complot porque siempre son supo-
siciones y no generan ningún resultado
positivo. No sé si hay o no algún tipo de
relación pero entiendo que no. La Corte
está tratando de demostrar transparencia
frente a un hecho concreto que entiende
tiene que investigar y creo que está co-
rrecto y que debe ser así. Mi regreso a
San Juan anticipadamente y la nota inte-
rrumpiendo mis vacaciones era para de-
mostrar y acreditar que soy una persona
