vidriera
Viernes 16 de marzo de 2018
16
Las cifras de la
prostitución en España
La
prostitución
en la tele
ces corroborarán datos estadísticos
como que
el 39% de los españoles ha
pagado alguna vez por tener sexo
,
con un gasto de 127 euros al mes de
promedio, es decir, unos 1.530 euros al
año, el triple de lo que gastamos en
fruta y verdura (454) y 10 veces más de
lo que dedican a pagar el seguro del
coche (171 de media).
El 66% de las prostitutas ejercen su
actividad en los
1.600 locales de
alterne
que hay distribuidos a lo largo
de la geografía.
Uno de los dueños de estos prostíbu-
los, situado en
Molina de Segura
, Mur-
cia, explicó hace un tiempo en un
programa televisivo que su negocio se
encuentra cada vez
más amenazado
por la proliferación de pisos privados
(utilizados por un 23% de las meretri-
ces).
La realidad de las prostitutas “de
lujo”, que cobran importantes cifras,
es muy distintas a la del 33% de sus
colegas, mayoritariamente rumanas
(45%), suramericanas, chinas y subsa-
harianas, que mueven en conjunto unos
cinco millones de euros al día.
Algunas de estas esclavas sexua-
les dicen que más de la mitad de
los clientes tratan de tener sexo con
ellas
sin preservativo
, y que el 45%
les pide que consuman cocaína antes
del acto.
L
a prostitución sigue enfren-
tando a los partidarios de su
total prohibición con los que de-
fienden su regulación, mientras
los datos estadísticos muestran que
esta actividad sigue su propio camino,
instalada cómodamente al margen de la
legalidad.
Sólo la
Colonia Marconi
de Ma-
drid, uno de los mayores focos de
Europa con aproximadamente 400 mu-
jeres ejerciendo en plena calle, y el bar-
celonés
barrio del Raval
, en el que
trabaja un 65% del medio millar de
prostitutas de la Ciudad Condal, son
buenos ejemplos de ello.
El negocio mueve diariamente
cerca de 10 millones de euros en Es-
paña, unos 3.500 millones de euros al
año, que representan un 0,35% del
PIB, un volumen similar al aportado por
la industria del calzado o a la contribu-
ción de una ciudad como Málaga.
Se calcula que en España hay
unas
100.000 prostitutas
, el doble
que fisioterapeutas colegiados (42.490)
y el triple que dentistas (33.286). Sin
embargo, sólo un 20% de ellas son es-
pañolas y muchas de ellas, en torno a
un tercio, son víctimas de la trata de
personas y obligadas a desarrollar esta
actividad contra su voluntad.
En la citada Colonia Marconi de
Madrid, tanto clientes como meretri-
o
“Llámame Bruna”
, en Brasil, lleva-
ron a las escort al centro de la escena.
La serie brasileña, basada en la histo-
ria real de Raquel Pacheco, escanda-
lizó algunos sectores del país vecino
que incluso pidieron su prohibición.
lll
Las disputas del feminismo en torno a
la prostitución no son una novedad,
sino que llevan más de un siglo de de-
bate. En mayo de 1910
el Primer
Congreso Femenino en Buenos
Aires condenó esta práctica y la
tachó de vergonzosa
. Julieta Lanteri,
una de las pioneras del movimiento fe-
minista en el país, fue la encargada
del discurso y no dudó en plantear
que la mujer “nació siempre purísima
y angelical, y fue desviada de sus ins-
tintos naturales que la llevan a la ma-
ternidad y al cuidado de la prole, por
la sensualidad y la ignorancia”. Tras
su alocución las mujeres procedieron
a votar y condenaron la prostitución.
lll
Poco ha cambiado desde entonces.
Hoy en día el trabajo sexual en Argen-
tina no es ilegal pero sin embargo
todos los espacios donde lo puedas
ejercer, están criminalizados.
Se han
cerrado los cabarets, las whiske-
rías, en las calles pueden llevarte
presa
o multarte por los artículos con-
travencionales que están vigentes
desde la dictadura militar.
lll
Así, el trabajo sexual y la discusión en
torno al mismo sigue siendo tabú y
mucho más para los políticos.
Los funcionarios prefieren atender
otros temas. Prefieren ver la inmacu-
lada imagen de la prostitución ficcio-
nalizada. Una bonita joven que eligió
dedicarse al trabajo sexual, que logró
el éxito y que no tiene ningún pro-
blema en un submundo que, en la TV,
dista mucho de ser similar al que en-
frentan miles de mujeres día a día.
E
l detonante, al menos en la Ar-
gentina, fue una tira del canal
13 de Buenos Aires, Las Es-
trellas.
studiante de día y prostituta vip de
noche, Miranda, el personaje, recrea
el mundo de la prostitución de lujo en
nuestro país de una manera naif.
Sin la presencia de proxenetas ni
clientes violentos, la menor de las her-
manas protagonistas de la tira trabaja
como escort en un universo de la
prostitución pintado color de rosas.
Ningún riesgo parece asomarse en su
horizonte a pesar de moverse en un
ambiente delicado y con gente que no
conoce. Incluso recibe un generoso
salario que ronda los 300 dólares.
lll
Pero a pesar de la liviandad e idealiza-
ción con la que el submundo de la
prostitución fue abordado en la tira,
que el guion contemple a una joven
mujer que se dedica al trabajo se-
xual
por su propia elección
pone en
relevancia un debate aun irresuelto al
interior del movimiento feminista:
la
prostitución
. Las activistas se dividen
así en dos grandes corrientes. Para
las abolicionistas, la venta de sexo es
una muestra más de la sociedad pa-
triarcal que somete a las mujeres. Del
otro lado quedan aquellas activistas
que consideran que se trata de una
actividad como cualquier otra, siempre
y cuando sea escogida de forma libre
y que debe ser regulada y reconocida
por el Estado.
lll
La presencia de una mujer de clase
media o acomodada que se dedica a
ejercer la prostitución, no por necesi-
dad ni obligación, sino que por propia
voluntad no es un rasgo exclusivo de
la ficción de El Trece, sino que es un
correlato de un fenómeno que otras
tiras internacionales han captado.
“The Client List”
en Estados Unidos
s
s
s
s
s
s
s
El Ne-
gocio
,
otra
serie
brasi-
leña de
repercu-
sión in-
ternacio
nal
The Client List
y
Lámame Bruna,
son dos claros
ejemplos de cómo la prostitución ha copado la televi-
sión.