Si, en un siglo pueden ocurrir muchas cosas.
Más en un siglo como este que ha producido
más cambios en la humanidad que la suma
de todos los que lo precedieron.
En el que se han desarrollado casi todos los
artefactos, las ideas y los conocimientos con
los que nos manejamos en nuestra vida
diaria.
Un siglo donde se pasó desde el aislamiento
a la aldea global, desde las carencias al mega
consumo, de la naturaleza salvaje al confort
artificial.
En medio de ese fenomenal cambio, siempre
estuvieron presentes las pasiones, los
intereses, los anhelos y frustraciones.
Siempre hubo ganadores y perdedores,
conquistadores y conquistados, ¡lusos y
aprovechados.
Todo esto es parte de la historia de este siglo.
Una historia que refleja nuestros decepciones.
Y también los de abuelos, los de nuestros
padres y de nuestros hijos.
La historia del siglo no es ni más que nuestra
propia historia..
Hay muchas formas de contar el siglo.
Desde ya, esta no es una historia limitada a
los acontecimientos institucionales, las
leyes y los decretos, los próceres y las
estatuas.
Esta es la historia de la gente de un lugar
llamado San Juan.
Donde ocurrieron cosas que fueron reflejo
de lo que sucedía en el mundo. Y otras que
fueron absolutamente particulares.
Donde se amó y se odió.
Donde se vio pasar la vida o se la modificó.
Donde hubo aciertos y errores, altruismo y
barbarie.
Cuando el lector avance en la obra se
encontrará con infinidad de hechos,
aparentemente aislados.
El desafio es unirlos.
Interpretarlos, darles una continuidad.
Al fin de cuentas, eso es la vida.
Y eso es lo que hemos intentado hacer.
Con la síntesis del periodista y la
rigurosidad del historiador.
En síntesis: esta es nuestra visión de la
historia en este siglo en un lugar llamado
San Juan.