Los gobernadores de mi memoria
43
llegar a la avenida Rawson don Eloy da la orden”:
—Seguí derecho, che.
Al rato estábamos en la finca del profesor en Niquivil donde el gober-
nador quería ver unos cultivos, y comimos un cordero. Recién en horas
de la tarde llegamos a la Casa de Gobierno donde encontramos las caras
preocupadas de todos los funcionarios que durante seis o siete horas no
supieron de la vida del mandatario.
Camus era famoso por su vocabulario. Aunque era profesor de literatura
y un hombre de gran cultura, muchas veces utilizaba palabras de anti-
guo uso, algunas de origen inglés. Por ejemplo, llamaba
“broadkasting”
a las emisoras radiales
;
“speaker”,
al locutor;
“autogiro”
al helicóptero.
Precisamente el helicóptero era su gran pasión. Le gustaba volar obser-
vando cursos de agua, cerros, tropas de guanacos. A veces, el entonces
piloto de la Gobernación Pablo Aguiar, lo dejaba guiar la máquina, por
supuesto manteniendo el control.
Un “paternalista”
Si alguien me preguntara cual era la ideología de Camus, diría que fue
–como la mayoría de los caudillos peronistas- un
“paternalista”.
Mientras los distintos sectores del peronismo se desgastaban en larguí-
simas discusiones ideológicas, él jugó siempre al poder.
Pero entendamos bien: no como un juego personal o de poder por el
poder mismo.
Don Eloy era un integrador, que hablaba con todos los sectores, que,
aunque siempre fuera armado, no entendía a la violencia como método
político.
El sumaba.
Y era consecuente con quienes consideraba sus amigos. Recuerdo la
forma como más de una vez me presentó en alguna reunión:
-Este es periodista y desarrollista. Pero es rescatable…
Camus llegó a la gobernación tras conformar un frente electoral en el
que demostró su verdadera vocación integradora. Las dos senadurías
las entregó a extrapartidarios. Américo García –otro de sus ex alumnos-
hombre del MID y Apolo Cantoni, del Frente 12 de Mayo, el cantonismo
enfrentado a Bravo- resultaron electos senadores en la primera vuelta.
Entre los diputados provinciales hubo hombres como Rubén Antonio
Hidalgo (MID) y Enzo Valentin Manzini (Demócrata cristiano).