Juan Carlos Bataller
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En aquellos días de 2.003 la noticia más importante era los días que pa-
gaba la administración pública.
Eran tiempos en los que escribí uno de mis primeros libros sobre temas
locales:
“El día que San Juan desapareció”
(editado en 1992)
.
Allí se
planteaba que San Juan era una burbuja a punto de estallar, donde la
vida era artificialmente sostenida por un Estado que no hacía obras ni
marcaba su impronta en ningún aspecto de la vida provincial.
La tapa era un dibujo del Centro Cívico, un verdadero monumento al
cemento en el corazón de la ciudad.
-No estamos en el piso, estamos en el subsuelo-, dijo Gioja a poco de
asumir.
Esa realidad comenzó a cambiar. Y en la medida que se anunciaban
obras se iba tejiendo el romance del gobernante con la gente.
No fue una obra aislada. Fueron varias, algunas emblemáticas..
Menciono algunas;
la terminación del Centro Cívico, la construcción
de buena parte del Hospital Rawson, el Estadio del Bicentenario, el te-
atro del Bicentenario, la parquización de la Avenida de Circunvalación
y el Acceso Sur, los diques Caracoles y Punta Negra, la ruta 150, la línea
de 500 Kwa, la Autopista del Sol.
Se dirá: la mayoría fue financiada por la Nación.
Está bien. Pero para la gente, fue Gioja el que consiguió esa financiación
del gobierno nacional.
Paralelamente, su nombre se asociaba a la gran minería que incorporaba
una poderosa locomotora en el aparato productivo sanjuanino.
Aquella provincia terminal comenzaba a recibir embajadores de todos
los países, Y el túnel de Agua Negra –caballito de batalla de muchos go-
bernantes- adquiría una nueva vigencia.
Sin duda alguna, José Luis Gioja ha demostrado ser el más hábil político
de su generación. Pero por encima de esas condiciones, la imagen que
transmite es
la del hacedor,
el hombre que, en función de gobierno, en-
cara obras que marcan su impronta en la gestión.
De donde vienen
Los Gioja son descendientes de Inmigrantes italianos. Seguramente
nunca habrían imaginado, aquellos habitantes del pueblo de Tradate,
en la provincia de Varese, en la región de la Lombardia, una de las zonas
más industrializada de Italia, que existía un lugar llamado San Juan, en
la República Argentina y que algunos de sus descendientes muchos