Juan Carlos Bataller
-Es cierto que en las fuerzas populares había dispersión, había cierto
desorden pero de ninguna manera se justificaba lo que pasó después. Y
creo que hubo un plan que tenía que ver con una concepción política
que estaba de moda, la teoría de la seguridad, con una marcada hege-
monía de uno de los polos, Estados Unidos, y una buena relación con el
otro, Rusia. Se hacía política con el terrorismo de Estado y su libertad,
la mía y la de todos dependía del humor de quien vestía uniforme. Fue
algo muy triste que no nos merecíamos los argentinos.
-¿Qué fue lo peor del régimen?
-La perversidad, la planificación con la que se hizo: vinieron para eso.
Cambiaron la Constitución por estatutos, se pusieron al frente de orga-
nismos públicos y privados, en lugar del parlamento pusieron la CAL
(Comisión de Asesoramiento Legislativo). Así fue como los argentinos
nos transformamos en Uganda.
-Fueron años muy duros.
-Yo le puedo decir que no hay como perder algo para saber valorarlo.
Todo cambió en nuestras vidas. Todo tuvo otro significado. Imagínese
no es lo mismo ver románticamente la lluvia a través de una ventana
que escuchar esa lluvia desde una celda en la cárcel. Vivíamos la incer-
tidumbre de pensar que llegaban de noche, que nos llevaban. Es algo
que no se lo deseo a nadie.
-¿Usted fue torturado?
-Si.
-¿Sabe quien lo hizo?
-Podría haberlo sabido pero no quise. No es bueno vivir con odio.
-¿Queda mucho odio después de vivir algo así?
-Yo siempre digo que en la vida no hay que recordar con odio ni resen-
timientos pero si hay que hacerlo con verdad y justicia.
Cuando Gioja perdió
Sólo una vez perdió Gioja una elección. Fue con el retorno de la demo-
cracia, cuando se presentó como candidato a intendente de Rawson.
En 1987, José Luis Gioja fue electo diputado provincial. Luego fue diputado
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