Juan Carlos Bataller
100
militar, soñaban con ganarse un lugar en el corazón de la gente.
Una prueba de ello fue que Gómez Centurión se rodeo de hombres há-
biles políticamente, aunque no tuvieran gran militancia política.
Federico Bocelli
, de pasado socialista, fue su ministro de Gobierno.
Ri-
cardo Basualdo,
descendiente de una tradicional familia conservadora,
fue su joven ministro de Economía. El peronista
Carlos Fernando Yossa
,
máximo dirigente mercantil de la provincia, fue designado en Asuntos
Sociales.
Detrás de los ministro se encolumnaban muchos técnicos y jóvenes que
llegarían a tener protagonismo en la política sanjuanina. Entre ellos el
arquitecto
Eduardo Caputo, Carlos Quevedo Mendoza, Hugo Aguilar,
Ernesto Peñafort
y un dirigente peronista que se había radicado en
aquellos años en San Juan y que traía innovadoras ideas en materia tu-
rística:
Guillermo Barrena Guzmán.
Gran ritmo de trabajo
Cuando fue gobernador, su jornada normal de trabajo comenzaba a las
9 y se extendía hasta las 14, para regresar a su oficina a las 17,30, donde
permanecía hasta las 22. Pero en general –sostienen- no existían horarios
pues se lo recuerda como el mandatario que más actividad social des-
plegó y la época en la que más reuniones de distinto tipo se realizaron
en la Casa de Gobierno.
En la primera gestión fue una característica las giras por los departa-
mentos.
“El gabinete en pleno se instalaba en el interior y tomaba de-
cisiones en presencia de los lugareños. No sólo se anunciaban obras
sino que se les ponía plazo de ejecución y se asumía el compromiso
de cumplirlos estrictamente”,
recuerda el director de Ceremonial Oscar
Gutiérrez.
Durante esa gestión, también, un par de veces llegó de improviso acom-
pañado por periodistas a las 7 de la mañana a alguna repartición para
controlar personalmente que los funcionarios estuvieran en sus puestos.
Para el personal estable de la Casa de Gobierno el signo distintivo de
las gestiones del
“Bebe”,
como le llaman sus amigos, fue su vertiginoso
ritmo de trabajo.
“
A diferencia con otros gobernadores, Gómez Centurión daba pocas