Juan Carlos Bataller
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trarrestar el desgaste que habían sufrido Leopoldo Bravo y su partido
tras muchos años de ejercer el poder en San Juan.
Yo ya había vuelto al periodismo y me había alejado totalmente de la
política. Le desee suerte y le hicimos una larga nota en El Nuevo Dia-
rio.
El sueño del pibe
Gómez Centurión fue electo gobernador, acompañado en la fórmula
por Wbaldino Acosta.
Yo tenía 40 años. Y en ese tiempo, parafraseando a otro gobernador, José
Luis Gioja, mi “sueño del pibe” no era conducir Clarín sino tener un
diario en San Juan.
Hablé con Jorge Estornell, con la gente de Radio Colón, con los directi-
vos del diario Los Andes en Mendoza. Y en abril de 1.988, frente a unas
inmensas rotativas que acabábamos de instalar en nuestro local de la
calle 9 de Julio, anunciamos el lanzamiento de las ediciones diarias de
El Nuevo Diario.
Lo hicimos ante la presencia del gobernador de San Juan y su esposa
en un acto que transmitieron en directo Canal 8 y Radio Colón.
Tengo la grabación de los discursos de aquella noche en la que Gómez
Centurión daba la bienvenida a un nuevo diario y aseguraba que la em-
presa tendría éxito pues su fracaso sería un fracaso de todos los sanjua-
ninos.
A partir de esa noche se desencadenarían una serie de hechos para nos-
otros inesperados. Por ejemplo, la secretaría general anunció que debí-
amos abstenernos de publicar aviso alguno de repartición pública y nos
cortó toda la publicidad oficial. Lo mismo ocurrió con todos los muni-
cipios. Comenzaron las inspecciones de todo tipo. El avión de la pro-
vincia comenzó a trabajar con exclusividad para otro medio. Hasta se
prestaron reparticiones oficiales mientras se modernizaban las instala-
ciones de nuestra competencia y los canillitas fueron de distintas formas
inducidos a no vender nuestro producto.
Wbaldino Acosta, entonces vicegobernador, nos llamó y nos contó que
la decisión estaba tomada.
-El gobernador no tiene otra alternativa. Es una decisión política.
La agonía duró un año.