Juan Carlos Bataller
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por una partida del general José Félix Aldao. El tropel de los vencidos
fue interceptado muy cerca del lugar en dirección al Sur. Allí, este pi-
quete lo apresó y lo condujo con otros. Al saber que era Laprida,
uno
de los que comandaba la montonera, lo ejecutó enterrándolo vivo y
pasando un tropel de caballos sobre su cabeza, esto era una práctica
común en ese entonces.
Laprida tenía 43 años.
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En los últimos tiempos, algunos historiadores mendocinos han dado
otra versión de la muerte de Laprida.
El diario Los Andes de Mendoza, en su edición del 30 de agosto de
2.005, publica una nota que titula “dos versiones sobre la muerte de
Francisco Narciso Laprida en Mendoza y firman Carlos y Jorge Cam-
pana, donde explican
que “Laprida fue muerto y llevado al cabildo
(mendocino).
Explican los investigadores que “al fallecer, su cuerpo fue
enviado al Cabildo en donde el entonces juez del Crimen doctor Gre-
gorio Ortiz, lo identificó y lo puso en un oscuro calabozo”.
Lo cierto es que su cuerpo
nunca fue encontrado.
Borges le dedicó su mejor poema
Jorge Luis Borges era descendiente de Francisco Narciso Laprida por la
rama de su madre, doña Leonor Acevedo.
En los años 40, el gran escritor y poeta escribió un poema destinado a
constituirse en una de sus obras más difundidas, el Poema Conjetural.
El siguiente es el texto:
POEMA CONJETURAL
El doctor Francisco Laprida, asesinado el día 23
de septiembre de 1829 por los montoneros de Aldao,
piensa antes de morir: