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Juan Carlos Bataller
pañero de Alvarado fuera un hombre que en el ministerio de Trabajo
había demostrado fidelidad y una entrega total: Ruperto Godoy, quien
en ese tiempo era presidente del Partido Demócrata Progresista.
—Y Perón ganó con ellos…
—Como en todo el país, el Partido Laborista arrasó en San Juan. Godoy
no sólo era el vicegobernador. Para Perón, para Evita, para Mercante,
era
“el hombre del peronismo en San Juan”.
—¿Y qué pasó?
—En política nada es estático. Todo está en continuo movimiento. A
cada acción se produce una reacción. El caso es que las presiones sobre
Alvarado, un hombre con escasas condiciones como político, fueron mu-
chas. El 12 de febrero de 1947 renunció, asumiendo el gobierno Godoy.
Estaba próximo a cumplir 49 años…
La destitución
Volvamos en el tiempo.
La suerte de Ecobar ya estaba echada. La destitución se concretó el 17
de noviembre de 1992, 23 días antes de cumplir su primer año al frente
de la provincia.
Dicen que horas antes de que se llegara a la votación final, Rojas quiso
echar marcha atrás.
—Tengo información de que si lo destituimos intervienen la gober-
nación y la Cámara de Diputados. Nos vamos todos a casa.
Una versión
–no confirmada—
indicó esos días que un funcionario na-
cional pidió hablar con Avelín para evitar la destitución. Dicen que puso
sobre la mesa
un maletín lleno de billetes pero no tuvo aceptación.
Era demasiado tarde. Escobar fue destituido.
Rojas gobernador
El 27 de diciembre de 1992, Rojas llegó al poder tras la destitución de
Jorge Escobar.
El mismo hombre que quince meses antes tenía como objetivo un lugar
en los seis primeros lugares de la lista de candidatos a diputados pro-
porcionales,
era el nuevo gobernador de San Juan, ante los festejos del
bloquismo, la Cruzada, parte del radicalismo y parte del peronismo.
El clima era otro.