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Juan Carlos Bataller
iban más allá de una diputación.
—Yo me había puesto como objetivo estar en uno de los seis primeros
lugares de la lista de proporcionales—,
comentó.
Todo cambiaría cuando aparece en escena Jorge Escobar con sus aspi-
raciones de gobernador justicialista. Quienes apoyaban su candidatura
sabían que tenían que completar la fórmula con un hombre de raigam-
bre peronista y tras fracasar las gestiones para que ese hombre fuera el
caucetero Emilio Mendoza, aparece el nombre de Rojas.
—¿Rojas? ¿El presidente de Peñarol...?—,
dicen que comentó uno de
los asistentes a la reunión donde se propuso el nombre.
—Sí. Pero digamos también que es hijo de un dirigente gremial de im-
portancia, de larga militancia en la resistencia peronista, que fuera ase-
sinado cuando se desempeñaba como diputado nacional.
—Ahhh… ¿Es el hijo de Pablo Rojas?
Sí, lo era.
La candidatura
Cómo se gestó la candidatura de Juan Carlos Rojas merece ser contado.
Dos candidatos a gobernador ya había cerrado sus listas para la interna
del justicialismo.
Por un lado, el rector de la universidad,
Tulio Abel Del Bono
, llevaba
como compañero de fórmula a
Guillermo De Sanctis
y tras él se aline-
aban otros prestigiosos dirigentes como
Pablo Ramella, Rogelio Cer-
dera y Daniel Coll.
También había cerrado su lista el ingeniero
José Augusto López
a quien
acompañaba como candidato a vice
Jorge Manuel Camus
, hijo de don
Eloy.
Escobar era el único que aun no completaba la lista, esperando la res-
puesta de
Emilio Mendoza.
La proclamación de Del Bono se había hecho en el justicialismo.
Escobar había hecho un acto de lanzamiento en el que esperaron inútil-
mente la presencia de Mendoza. Este seguía coqueteando con las dife-
rentes listas.
“Mientras Escobar esperaba, Mendoza mantuvo al menos dos conver-
saciones con nosotros. Lo curioso es que no aceptó la vicegobernación
que le propuso el escobarismo y terminó siendo su candidato a dipu-
tado por Caucete”,
me comentó Tulio Del Bono.