transforman en virtudes, del mismo modo
que viajando a un país extranjero tampoco
cambian nuestras características, costum-
bres o inclinaciones, o no nos convertimos
en escultores por contemplar una escul-
tura..
Quien ya como ser humano ha desarro-
llado el Hogar interno, irá conscientemente
como alma a los reinos más allá del
mundo de materia densa. Él se encontrará
allí en casa pues durante los viajes del
alma, es decir de la noche, cuando el
cuerpo duerme y el alma deja su morada,
ya ha estado de visita allí y ha conocido
Sr. Director:
Los pequeños aprenden
jugando, son curiosos, les
gusta investigar y no son
conscientes de lo riesgo-
sas que pueden resultar
algunas de sus aventuras
en la casa. Es importante
estar preparado y saber
cómo actuar si sufren al-
guno de los siguientes ac-
cidentes domésticos.
Golpes en la cabeza
Debe tenerse en cuenta:
✓
Hemorragia.
✓
Pérdida de la concien-
cia.
✓
Signos de confusión o
de pérdida de la memoria.
✓
Palidez, sudoración.
✓
Cefalea intensa.
✓
Náuseas o vómitos.
✓
Pérdida del control de
esfínteres.
✓
Convulsión.
✓
Somnolencia o debili-
dad.
✓
Pupilas de diferente ta-
maño.
✓
Abombamiento de la
fontanela en el lactante.
✓
Goteo de sangre o lí-
quido transparente por la
nariz o la oreja.
Lesiones orales:
La boca
tiene muchos vasos san-
guíneos por lo que cual-
quier lesión puede causar
una hemorragia.
✓
Enjuagar la boca.
✓
Identificar el origen del
sangrado.
✓
Comprimir la zona con
un apósito o gasa.
✓
Aplicar hielo o gel con-
gelado .Se puede reem-
plazar por un helado de
agua en palito.
✓
Si la hemorragia no se
detiene, llamar inmediata-
mente a emergencias.
Golpes en los dientes:
Cuando el golpe ocasiona
la caída de una pieza den-
tal se debe recibir prime-
ros auxilios.
✓
Colocar al niño con la
cabeza ligeramente hacia
adelante.
✓
Si hay hemorragia, re-
alizar leve presión sobre
la encía.
✓
En el caso de no encon-
trar el diente permanente
es muy importante que
sea examinado por un
odontólogo urgente.
✓
Si se encuentra sucio,
enjuagarlo con agua sin
frotarlo. Nunca tomarlo por
la raíz. Luego colocar con
suavidad el diente en el
hueco de la encía donde
estaba implantado. En
caso de no ser posible,
transportar la pieza dental
al odontólogo dentro de la
boca del acompañante, en
un vaso con leche o en
suero fisiológico. La raíz
debe estar humedecida.
Heridas cortantes:
✓
L
avarse las manos y
protegerlas con guantes o
toallas para ejercer pre-
sión sobre la herida. Lavar
la herida con jabón. Se
puede aplicar un antisép-
tico tipo iodopovidona y
colocar un apósito o ven-
daje para ejercer presión y
detener la hemorragia.
✓
Se debe tener en
cuenta que los cortes que
presenten una separación
de más de 1,25 cm posi-
blemente requieran de su-
tura.
Intoxicaciones:
✓
Determinar si está
consciente. Si no lo está,
comprobar al menos du-
rante 5 segundos si res-
pira.
✓
Si no respira o lo hace
en forma agónica iniciar
maniobras de RCP.
✓
Si está consciente, per-
manecer tranquilo mien-
tras se reúne está
información sobre su
edad, peso, qué sustancia
ingirió y la cantidad consu-
mida. Es preferible sobre-
valorar que infravalorar.
✓
No se debe provocar el
vómito ni administrar leche
o aceite.
✓
Llamar al centro de to-
xicología y seguir atenta-
mente las instrucciones
del centro de toxicología.
Más información en Ma-
nual de Primeros Auxilios
Infantiles para padres y
Cuidadores
genciasinfantiles.com
Dra. Mariela Ghiggi
MN. 90166
nemos que derribar los muros de nues-
tro yo humano y la cárcel de nuestra na-
turaleza animal y liberar a nuestra alma
de sus cadenas, para que alcancemos
el reconocimiento de nuestra inmortali-
dad y de nuestro verdadero hogar.
Quien no lleva a cabo la resurrección
espiritual, permanece entre los muertos
espirituales. Él sigue ciertamente vi-
viendo, pero sin estar vivo.
Teresa Antequera Cerverón
27
C
artas
del lector
CARTAS A
EL NUEVO DIARIO
Usted puede hacernos llegar sus
cartas de las siguientes formas:
Por fax:
a los teléfonos 4212441 -
4213658 o 4215056.
Por e-mail
a la dirección:
Personalmente,
en
Santa Fe 236 (O) - Capital
Las cartas no deben exceder de las
20 líneas. El Nuevo Diario se re-
serva el derecho de resumirlas.
Aquellas que se refieran a personas
en particular deben ser acompaña-
das por fotocopia del documento de
identidad del remitente.
¿Por qué nos cuesta creer que somos inmortales?
Accidentes frecuentes en niños
Falta de respeto
Sr. Director:
Lo bueno que hagamos aquí en la Tierra
será el fruto de nuestra vida, es lo que
hemos conseguido en la existencia te-
rrenal, estos son también los bienes que
lleva nuestra alma en su equipaje de
viaje. La condición es que hagamos el
bien desinteresadamente y no tengamos
ninguna actitud de espera. No debemos
esperar ningún elogio ni agradecimiento.
Tenemos que darnos cuenta que me-
diante la muerte no nos volvemos sa-
bios y que nuestros vicios no se
las condiciones del lugar. Tal como el
alma ha vivido en la Tierra, y qué patrimo-
nio espiritual ha ganado, obrará también
en el Más allá.
Por ello tiene validez lo siguiente: no es el
conocimiento el que nos hace avanzar,
sino solo la realización nos conduce a la
evolución espiritual-divina, a la ilumina-
ción interior y a la transformación de
nuestra alma. Nuestra vida terrenal es un
campo para la vida en el Más allá. Lo que
hemos sembrado aquí en nuestro campo
es solo lo que cosecharemos. Por ello te-
Sr. Director:
El 1ro. de Mayo fui testigo de un hecho in-
calificable. Era mediodía y pude observar
cómo varios niños de unos 12 o 13 años
se trepaban al techo de la gruta de San
Juan Pablo II, ubicada en una plazoleta del
Barrio Aramburu, Rivadavia. Mientras unos
“escalaban” las paredes, otros rompían
parte del techo entre carcajadas malicio-
sas. Conociendo su comportamiento en
patota, prefería no decirles nada. Pero nin-
gún veciono internivo. Esos niños son del
barrio. Creo que la reflexión es clara:
Existe una falta de valores entre los cuales
se pueden mencionar el respeto. Si los
niños no se comportan de esa manera, es
porque los padres se los permiten y no les
ponen límites. No les enseñan qué es bue-
nos y qué es malo. No les enseñan a vivir
en sociedad.
A todo esto, una vecina comentaba que
como no se les puede llamar la atención a
los menores, se hace una pérdida de
tiempo hacer una denuncia policial.
Creo que en una sociedad debe haber ley.
Los padres deben hacerse cargo de los
hechos que comentan sus hijos en todo
sentido.
Por lo pronto, se hace necesario pedirle al
municipio, que por favor repare los daños
cometidos por estos niños, mal educados
por sus padres. Y a la Policía, que patrulle
con ahínco la zona.
Leonardo Miranda
Marini
DNI 26.791.864
Una decadencia
de principios
Sr. Director:
Llama la atención la lucha permanente del
ser humano contra sí mismo, incapaz de
establecer vínculos más allá de lo circuns-
tancial o del interés mundano; de ahí que
las mismas relaciones afectivas, suelen
mantenerse por puro egoísmo, mientras
nos sirven. Después llega, el bloqueo, la
desconexión, el abandono y la ruptura
total. ¡Cuánta decadencia de principios!
Así, cuesta entender la ruptura de matrimo-
nios pasados los cincuenta, cuando debían
pensar en la poética de envejecer juntos,
velándose y nutriéndose mutuamente. Qui-
zás, fruto de esa hostilidad de género, en
ocasiones avivada por los oportunistas, se
nos impida entrar en diálogo y reconciliar
enfrentamientos, máxime en un tiempo en
el que la clemencia tampoco se proyecta
como valor. A veces, son tan dramáticas
las angustias de las familias, que nos que-
damos sin palabras, cuando vemos que los
gobiernos apenas le prestan auxilio.
Un hogar y un trabajo es algo innato en
nuestra búsqueda. Nos esperanza, por
tanto, que este año coincidente con el Día
Internacional de las Familias (15 de mayo),
se destaque el papel de las políticas fami-
liares como elemento importante para el
cumplimiento del Objetivo de Desarrollo
Sostenible 16, puesto que enfatiza la nece-
sidad de construir sociedades pacíficas e
inclusivas. Ojalá pasemos de los buenos
propósitos a la acción, los guiones están
muy bien, pero las ofertas de trabajo cada
día son más precarias y dificultosas para
hacer familia....
Viernes 18 de mayo de 2018
Víctor Corcoba
Herrero