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Una época de
enfrentamientos
D
esde la Revolución de Mayo de 1810
eran notables las diferencias entre los di-
rigentes políticos de Buenos Aires y el
resto de las regiones de nuestro actual país.
El Congreso, que en 1816 había declarado la In-
dependencia en Tucumán, se trasladó a Buenos
Aires en 1817 y
en 1819 sancionó la primera
Constitución Nacional.
Esta carta magna res-
pondía a las
ideas unitarias
, es decir, aquellas
que defendían el predominio de Buenos Aires a
través de un gobierno único y general que ejer-
ciera sus poderes sobre todo el territorio.
Sus opositores,
federales
, representados por
caudillos en las distintas regiones, luchaban por
la existencia armónica de un gobierno central
junto a los gobiernos locales de las provincias, de
manera que éstas pudieran tomar decisiones pro-
pias.
Todas las provincias del interior
rechazaron la
Constitución de 1819; además, una a una de-
cidieron formar gobiernos autónomos.
De esa
manera, no dependerían de un poder centrali-
zado en Buenos Aires, que hasta ese momento,
a través de la división política del territorio en in-
tendencias, designaba autoridades y tomaba de-
cisiones en regiones y provincias.
Este camino
hacia las autonomías provinciales comenzó
alrededor del año 1820.
La Autonomía provincial
La destitución
de José Ignacio
de la Roza
L
os años previos a 1820 habían sido
muy difíciles para la región de Cuyo, a
la que pertenecía San Juan. La econo-
mía provincial en general, así como la de
todos los habitantes, había sido seriamente
afectada por los preparativos para el Cruce de
los Andes. Desde 1815 la máxima autoridad
en San Juan, el Teniente Gobernador José Ig-
nacio de la Roza, había aplicado su autoridad
para que esta colaboración a la campaña li-
bertadora se cumpliera.
Precisamente la acusación de haber abusado
de su autoridad en esa situación, motivó una
sublevación que derrocó a de la Roza del go-
bierno.
Cuando San Martín se alejó de Cuyo hacia el
Perú, luego de haber liberado Chile, hizo re-
gresar a San Juan a una división del Ejército:
el Batallón Nº 1 de Cazadores de Los Andes.
Éste se sublevó y al mando del capitán
Ma-
riano Mendizábal
,
destituyó a José Ignacio
de la Roza el 9 de enero de 1820.
El go-
bierno quedó en manos del jefe revoluciona-
rio, que fue nombrado Teniente Gobernador,
es decir, el cargo que tenía de la Roza.
Autonomía y
primer gobernador
Dos meses después del levanta-
miento armado, el vecindario de
San
Juan reunido en asamblea declaró
-el 1 de marzo de 1820- su inde-
pendencia de Mendoza.
Esta misma asamblea nombró a
Mendizábal
como primer gobernador
de San Juan. Eso significaba que
San Juan ya no pertenecía a la Inten-
dencia de Cuyo y que, por lo tanto,
podía tomar sus propias decisiones.
La provincia tenía ya su propio Poder
Ejecutivo y, en poco tiempo más,
constituiría los otros poderes del go-
bierno republicano.
Mariano Mendizábal, según un
dibujo de Miguel Camporro
San Juan
logró su autonomía
en 1820, su primer
Gobernador fue
Mariano
Mendizabal