HISTORIAS CONTADAS CON DOS DEDOS - JUAN CARLOS BATALLER
Juan Carlos Bataller 64 Recuerdo que en una de esas charlas con Samoré le pregunté si pensaba que con dos gobiernos militares se podía llegar a un acuerdo pacífico. Tras señalarme que lo que diría era absolutamente “off the record”, respondió: —La iglesia no tiene los mismos tiempos que la política. Puede espe- rar hasta que cambien las condiciones políticas en la argentina. —¿Y mientras tanto? —el objetivo es que se vayan disipando las posibilidades de guerra. ● ● ● Y así fue. Todo 1981 Samoré lo dedicó a entrevistarse en forma separada con los equipos mediadores a los que consultaba sobre sus pretensiones, argumentos y posibilidades de ceder en sus apuestas. Sólo rara vez se hicieron reuniones conjuntas. Las negociaciones se realizaron en la Casita de Pío IV, la sede construida en el siglo XVII que alberga desde entonces la Pontificia Academia de las Ciencias. Hubo momentos de mucha tensión. Tras la no aceptación argentina a la propuesta papal. Pero no se llegó al enfrentamiento armado a pesar de algunas provoca- ciones. El 29 demarzo de 1981 asumió el poder en laArgentina Roberto Viola, pero no logró imponerse a los sectores duros de las fuerzas armadas argentinas. Sin consultar con el mando político, el Ejército Argentino detuvo a una supuesta red chilena de espionaje. La medida tuvo repercusión en Chile, donde se detuvo a dos supuestos espías argentinos. En una escalada de la tensión, el 28 de abril de 1981 el general Leopoldo Fortunato Galtieri, comandante en jefe del ejército, cerró la frontera con Chile, de norte a sur, sin consultar al presidente, Roberto Viola. Recuerdo otra charla con el cardenal a mediados de 1981. —estos tipos quieren guerra, cardenal—, recuerdo que le comenté . —Quedarían muy expuestos y aislados internacionalmente. El último paraguas que les queda es la mediación. ● ● ● Era evidente que Viola nunca tuvo el poder y finalmente, el 22 de di-
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