HISTORIAS CONTADAS CON DOS DEDOS - JUAN CARLOS BATALLER

Juan Carlos Bataller 56 considerado el mejor jugador de ajedrez… entre los que nunca ganaron el título mundial. Korchnói aprendió a jugar ajedrez a los cinco años. En 1943 entró en la sección de ajedrez del Movimiento de Pioneros de Leningrado y en 1951 alcanzó el título de maestro soviético gracias a su segundo lugar en el campeonato de Leningrado de 1950. Paralelamente estudió en la Uni- versidad de Leningrado y se graduó en Historia. Pero aunque los resultados de Korchnói en torneos internacionales eran impresionantes sus relaciones con las autoridades soviéticas eran muy tensas. Tan tensas eran que durante el torneo celebrado en 1976 en Áms- terdam Korchnói fue el primer Gran Maestro soviético que desertó. Re- sidió en Holanda durante algunos años. Su deserción concluyó con un periodo turbulento de excelentes resultados en torneos, y la debacle en los dos encuentros por el Campeonato del Mundo, bajo la sombra de la política de la Guerra Fría. ● ● ● No era la primera vez que Kárpov y Korchnói disputarían el título mun- dial. El encuentro por el Campeonato Mundial de Ajedrez 1978 tuvo lugar en Baguio (Filipinas).La guerra fría se trasladó al ajedrez. Los ta- bleros fueron un campo de batalla donde todo era válido. Las autoridades rusas no podían permitirse que un desertor derrotara a su crédito. Entre otras cosas, agregaron al equipo de Kárpov a un hip- notizador, conocido como el doctor Zujar. Verdad o no, lo cierto es que Viktor usó unos lentes especiales para evitar la mirada del hipnotiza- dor. Pero a su vez Korchnói –decían las crónicas de la época— contaba con un ayudante filipino que estaba en libertad bajo fianza por haber come- tido un homicidio. Hubo más controversia fuera que dentro del tablero. Los enviados a Filipinas le daban tanta importancia al juego como a lo que sucedía a su alrededor, con el marco de la Guerra Fría. Hablaban de rayos X para las sillas, protestas por las banderas utilizadas junto al tablero, quejas respecto del hipnotizador y Korchnói utilizando gafas con es- pejos. Cuando el equipo de Kárpov le enviaba un yogur durante la partida, el equipo de Korchnói protestaba alegando que podía tratarse de algún código.