HISTORIAS CONTADAS CON DOS DEDOS - JUAN CARLOS BATALLER

Historias contadas con 2 dedos 51 —Mi abuelo era mecánico—, dije —Mi padre era propietario de un taller de carpintería metálica y fue uno de los primeros en circular por Módena en automóvil. El quería que yo estudiara ingeniería pero yo alimentaba otros sueños. —¿Cuáles? —Yo quería ser corredor de autos o periodista deportivo o cantante lí- rico. ● ● ● Sí, lo increíble estaba sucediendo. Aunque era una simple charla más que una entrevista. Me preguntó de qué signo era y le dije que capri- corniano. —¿Y usted? —Yo nací el 18 de febrero aunque me anotaron el 20 porque en esos días hubo una gran nevada. —Lo que son las cosas, yo tengo un hermano, que también se llama Alfredo y nació un 19 de febrero. ● ● ● Ferrari contó aquel día que estudió hasta el tercer curso de técnica y a los 16 años era ya instructor en la escuela de torneros de Módena. Dos años después trabajaba como empleado en el cuerpo de bomberos. CMN, donde le ofrecieron la posibilidad de conducir un coche de com- petición. Debutó en la Parma Poggio di Berceto, clasificándose cuarto en la clase 3000. En 1920 pasó a la Alfa Romeo, con la que permaneció ligado, más o menos directamente, hasta 1939. ● ● ● Ferrari me preguntaba de mi abuelo mecánico. Yo le contaba que dejó Italia con su madre y un hermano, siendo niño y que aquí quedó parte de su familia, entre ellos algunos hermanos a los que nunca volvió a ver. Y él me hablaba de su familia.

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