HISTORIAS CONTADAS CON DOS DEDOS - JUAN CARLOS BATALLER
Juan Carlos Bataller 22 que lo queríamos, no lo queríamos todo el tiempo. Pero para entender lo que fue Bustelo y por qué la repercusión de su partida, debo recorrer otros senderos. Cuando hace un par de años Kiito decidió dejar el micrófono escribí que la vida hay que buscarla en la memoria. Y hay que buscarla integralmente, con los cinco sentidos. Decía que no es fácil internarse en los vericuetos de la memoria. Seguramente nos encontraremos con una señora que se llama melanco- lía Y también con su hermana, la nostalgia. Ellas guardan secretos de nuestro ser. Ellas saben porqué somos como somos. La memoria guarda más imágenes de las que sospechamos. Todos los sentidos guardan recuerdos en la memoria. En mi memoria, por ejemplo, hay muchas voces. ● ● ● Mi infancia y mi primera juventud, como la de todos los “muchachos” de mi generación, no conoció ni la televisión, ni las transmisiones sate- litales, ni internet ni los teléfonos celulares. La radio, en aquellos años, era nuestra ventana a la vida. Las noticias, la música, la compañía, estaban ligadas a ese aparatito que mágicamente nos traía voces. Y esas voces quedaron para siempre ligadas a nuestras vidas. ● ● ● A diferencia con los personajes de hoy, que nos llegan de afuera, San Juan generaba sus propios acontecimientos. • Los días de carnaval, con sus caravanas, sus chayas, sus bailes multi- tudinarios, tenían un acento absolutamente sanjuanino. • Nuestros ídolos deportivos no eran los jugadores del Barcelona o el golfista Tiger Woods sino que se llamaban Víctor Echegaray, Vicente Chancay, Payo Matasevach, Raúl Venerdini, Elio Ripoll, Guillermo Rio- frío, Polo Benegas, Catalini, Martinazzo, Santos Alvarez, • El fútbol local llenaba las canchas, las fiestas populares tenían como protagonistas a miles de sanjuaninos, los carruajes diseñados por Rufino
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