HISTORIAS CONTADAS CON DOS DEDOS - JUAN CARLOS BATALLER

Historias contadas con 2 dedos 21 Aquel flaco ya no era tan flaco y estaba de vuelta en la provincia des- pués de recorrer mundo. Y el gran empresario entendió sus proyectos, lo acompañó en la idea de fundar un diario y lo introdujo en un mundo hasta entonces desconocido: la televisión. Y eso también le marcó la vida. Y le enseño que para un emprendedor no hay proyectos grandes o pequeños, internacionales o locales. Por eso siempre estaba viajando y siempre volvía. Se planteaba grandes negocios en el mundo pero no descuidaba el lugar de sus orígenes. -en el mundo hay cientos de miles de hombres inmensamente ricos y superpoderosos. La vida es una feria de vanidades. Si los juntaras po- drías escribir millones de páginas con sus hazañas económicas y sus realizaciones majestuosas. Pero cuando estás solos, cuando ya no te interesa conocer más gente ni escuchar historias de exitosos, ni juntar dinero, debes tener en claro dónde está tu casa. Y es fundamental que alguien te espere… Jorge Enrique Estornell murió en un accidente de aviación, cuando via- jaba en un helicóptero por estos valles que lo vieron nacer. ● ● ● El tercer personaje tiene que ver con la memoria. Y por ello es mejor recordarlo con la nota, textual, con la que aquel flaco ya hombre maduro, lo despidió en su columna. “Y un dia se fue el Quito La noticia llegó este lunes. Y no por esperada, dolió menos: había muerto Francisco Bustelo Graffigna. Más concretamente: murió el Kito. No se por qué a veces escribo Kito y otras Quito. Se lo pregunté a Juan Bustelo, su hijo, y él me dijo que también lo escribía indistinta- mente. Lo confieso: son esas muertes que duelen. En poco tiempo se han ido otros referentes de una época de la vida de San Juan, como Hebe Al- meyda de Gargiulo, el Gringo De Lara y Ursula Bremer de Ossa. de- masiado. ● ● ● Tengo algo en claro. Quito no era querido por todos . es más, entre los

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