HISTORIAS CONTADAS CON DOS DEDOS - JUAN CARLOS BATALLER
Historias contadas con 2 dedos 129 CóMo LoS enCUentroS PUeden darSe en eL LUgar MenoS eSPerado t oda historia tiene su historia . Quién iba a decir, por ejemplo, que conocería a Edmundo Rvero en Roma. Y que Rivero me presentaría al Negro Villavicencio en Buenos Aires. Pero vamos a la historia. ● ● ● Corría el verano europeo de 1981 y Edmundo Rivero estaba de vacacio- nes en Roma, acompañado por su esposa, Julieta. Desde Buenos Aires me informaron el hotel donde se hospedaba. Por supuesto lo llamé y coordinamos una entrevista para la revista de Clarín.
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