HISTORIAS CONTADAS CON DOS DEDOS - JUAN CARLOS BATALLER
Historias contadas con 2 dedos 109 mil variantes para marearme y hacerme perder. Pero pocos lo logra- ron. ● ● ● El periodismo me brindó la posibilidad de charlar con personajes de la talla de Najdorf, de Enzo Ferrari, de Mario Moreno, Cantinflas, del car- denal Samoré, Estas charlas con Miguel Najdorf en Merano, era otra de las que justificaba ampliamente haber dejado mi carrera de ingeniería para dedicarme al periodismo. Cerramos entonces la nota con un pe- queño diálogo con Miguel: —¿Cómo hizo para sobreponerse a la pérdida de todos sus seres que- ridos? — Después de la guerra volví a Polonia donde constaté que había perdido a toda mi familia. Nadie sobrevivió en los campos de concentración nazis; ni mi mujer, ni mi pequeña de tres años, ni mi padre, ni mi madre. También murieron mis cuatro hermanos, mis tíos y mis primos. No me quedó ningún pariente. Si yo hubiera vuelto en lugar de quedarme en la Argentina, también hubiera muerto. Pero la vida te da revanchas y consuelos. Yo empecé en la Argentina con lo puesto y logré hacerme una posición. Por eso soy argentino y hasta cam- bié mi nombre. El dolor de la tragedia y de la derrota te tiene que ayudar a afrontar la vida, como en una partida, con llorar y lamentarse no se resuelve nada. el viernes 4 de julio de 1997, a los 87 años, Miguel najdorf, el patriarca del ajedrez argentino, el jugador respetado en todo el mundo, murió en Málaga, españa, en el marco de uno de sus infinitos viajes por el mundo .
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