QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO V
31 Qué hiciste con tu vida tenés que entrenar o porque tenés un espectáculo o una competencia. Entonces sí, la vida empieza a cambiar desde muy chico cuando te avocás a esto. —Incluso me imagino que entre un zapato de fiesta y un zapato de punta elegías la punta. —Sí, la zapatilla de danza. —¿Y eras monotemática en este tema o te interesabas en otras cosas? —Era muy apasionada; lo soy. —¿Es la forma de llegar o hay otra? —Es la única forma que yo conozco. Seguramente hay otras maneras pero con la gente con la que yo me he rodeado, con mis compañeros de las distintas compañías que estuve, te aseguro que han tenido un poco la vida que yo tuve. Desde muy chicos han sido muy apasiona- dos y muy aguerridos a querer ser y a pelear por esto, que no es fácil. —De esto depende todo, no solo de las condiciones naturales sino de no tener un gramo más de peso, cuidarte en las comidas, hacer permanentemente ejercicios. —Ser bailarín es como ser un deportista de alto rendimiento. El baila- rín no es solo bailarín arriba de escena sino también cuando bajás. Tenés que cuidar la alimentación, lo que no significa dejar de comer sino tener un cuidado balanceado de tu alimentación porque tu des- gaste físico es mucho. Tenés que llevar una vida acorde a tu profesión. —O sea que no has tenido una niñez, ni una juventud como una chica común que no se dedicó a la danza. —No. —¿Lo extrañás? —No. yo estoy muy feliz con lo que hice. —Y un día te fuiste de San Juan... — Tuve dos intentos. A los 15 años me dieron una beca para irme a Francia y ahí me fui por dos meses. Volví y me quedé ese año en Bue- nos Aires donde intenté entrar a la escuela del Colón. Rendí tres o
RkJQdWJsaXNoZXIy NzQxMjQ=