QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO V

302 Juan Carlos Bataller -Quizás hago mal en decirlo porque soy el hijo, pero mi padre fue un tipo muy inteligente porque él supo ver y definir cuáles eran sus lími- tes. Él supo que su límite era su profesión. Él sabía que para poder se- guir creciendo necesitaba un profesional, un ingeniero civil. No solo se puso al lado a uno sino a tres. Esa fue la inteligencia que él tuvo. Estaba él llevando el volante del vehículo pero ayudado por los tres grandes profesionales. -Hemos hablado mucho de don Sergio, ahora hablemos de Atilio. Estudiaste ingeniería, ¿te costó mucho? -No -¿Fue algo natural? -Sí. La gente que la mira desde afuera cree que ingeniería es una ca- rrera muy difícil, yo diría que no es difícil sino que demanda muchas horas de estudio. -Hace poco entrevistamos al ingeniero Rudolph y él decía que lo fundamental para un profesional no es solo el estudio formal sino que salga al mundo y se le abra la cabeza -Totalmente. -Hay gente que es profesional, no salió nunca al mundo, no habla otros idiomas y cree que es profesional. -Sí, es así. Después de que me recibí mi padre me puso a cargo de la licitación internacional luego del terremoto de Caucete. Y al poco tiempo, se decide hacer la cerámica, así que tuve que empezar a estu- diar de nuevo. Me hice cargo de la construcción del galpón y de la nave industrial, de la instalación de la maquinaria y la puesta del marketing y de la venta, siempre ayudado por todo este grupo de per- sonas que conformaban Scop. Así que tuve que salir al mundo, funda- mentalmente a Italia, España, Alemania. Cuando uno sale al mundo, a trabajar, es donde a uno realmente se le abre la cabeza. -El Hotel Alkazar es casi un monumento de Boggian dedicado a San Juan, pero también podría haber sido el cementerio de los Boggian porque la magnitud del edificio tal vez lo superaba. -Esa fue una cosa que nació de mi padre. No me acuerdo en qué año

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